Reciclar ayuda a reducir la contaminación del planeta y hará que, en el futuro, sea un lugar más verde y puro.
Reciclar es, según la RAE, “someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar”. Y siempre nos han dicho que es muy importante. ¿Pero, por qué?
Hoy vamos a ver por qué reciclar es tan relevante, tanto para nosotros como para el planeta. Así pues, si quieres conocer por qué genera tanta repercusión este tema, sigue leyendo el siguiente artículo.
Importancia del reciclaje
En primer lugar, ¿sabes que existen tres tipos diferentes? Según como sea el proceso, hablamos de reciclaje primario, cuando los productos que se reciclan se vuelven a convertir en lo mismo, por ejemplo, el papel se recicla y se convierte en más papel; secundario, cuando los residuos que han sido eliminados son recuperados después para fabricar nuevos productos; y terciario, cuando se utiliza un proceso químico para descomponer los materiales y conseguir otros que no tienen nada que ver con el anterior.
Reciclar ayuda a disminuir la contaminación del planeta y, además, permite ahorrar en materias primas para seguir conservando así la naturaleza. De esta forma, el coste en energía y agua será menor porque se utilizarán materiales reciclados. Asimismo, con el reciclaje también podemos ayudar a que se fabriquen nuevos productos. Por ejemplo, existen muchas marcas de ropa que cada vez hacen más prendas con artículos reciclados, como botellas de plástico.
Por otro lado, reciclar genera más puestos de trabajo, por lo que interviene en la reducción del paro. Se necesitan desde ecodiseñadores hasta ingenieros, pasando por los trabajadores de las propias plantas que se encargan de redistribuir los productos reciclados.
Cómo reciclar correctamente
Existen diferentes tipos de contenedores para los diferentes productos. Y aunque parezca un poco lioso, no lo es tanto. El contenedor amarillo sirve para tirar los envases de plástico, es decir, cualquier botella de este material, botes de detergente, tapas… El azul se utiliza únicamente para introducir papel y cartón como envases de alimentación, cajas de calzado o también papel de envolver de uso diario que no esté sucio; de lo contrario, debe de ir en el orgánico (marrón), entre otros.
El contenedor verde está para vidrio, pero solo los tarros, frascos, botellas y botellines. El marrón sirve para introducir los restos de alimentos o papel de cocina sucio. Y el contenedor gris se emplea para introducir todos los residuos que no se reciclan, como es el caso de los pañuelos usados, juguetes, biberones, pañales, etc. Existen también otros lugares de reciclaje que se conocen como puntos limpios. Allí se pueden dejar otro tipo de materiales más voluminosos como muebles, colchones, dispositivos electrónicos, etc. Y también disponemos de contenedores para reciclar ropa y de otros de color naranja para depositar el aceite de origen vegetal usado. Como has podido ver, reciclar es facilísimo. Ya no hay excusa. Y el planeta te lo agradecerá.