El helado es un alimento típico del verano. Muchas personas solo lo consumen en esa estación sin saber los beneficios que tiene en invierno.
Comer helado en invierno puede parecer igual de loco que comer un plato caliente de garbanzos en pleno agosto, pero lo cierto es que no es así. El helado es un alimento completamente asociado a los meses de verano, está frío y en plena ola de calor nos aporta el frescor que necesitamos. O al menos esta es la creencia popular más extendida. Pues es cierto que reduce nuestra temperatura corporal, pero solo lo hace temporalmente.
El motivo por el que esto sucede es simple. El helado es un alimento alto en azúcares y por tanto en calorías. Todo alimento calórico provoca que la temperatura corporal aumente, produciendo el efecto contrario al que buscamos en verano. Además, la cantidad que ingerimos es mínima comparada con nuestro volumen corporal, por lo que la sensación de frío desaparece rápido. Precisamente por estos motivos tiene más sentido comer helados en invierno, aunque lo que realmente nos apetezca sea el plato caliente de garbanzos. Además, seguramente desconozcas los numerosos beneficios que tiene consumirlo durante esta estación.
Los sorprendentes beneficios de comer helado en invierno
Una buena razón para comer helado en invierno es precisamente su valor nutricional y sus calorías, que nos proporcionan energía rápida extra y que además nos ayuda a entrar en calor. El mito de que comerlo durante las estaciones frías puede provocarnos un resfriado es solo eso, un mito. Lo cierto es que si lo piensas los propios médicos suelen recomendarlo para bajar la inflamación después de una operación de anginas, o tras una cirugía dental. Además cuando el helado llega a nuestra garganta prácticamente está desecho y es difícil que nos haga daño.
No obstante esto no quiere decir que podamos comer helado sin ton ni son, no. Como cualquier alimento hay que consumirlo con moderación y siempre teniendo en cuenta los valores nutricionales que aparecen en la etiqueta. Cuanto más artesanales, naturales y con mayor porcentaje de fruta mejor. Sino siempre puedes hacerlo casero.
Dicho esto y siempre que sea lo menos artificial posible, el helado es una fuente de calcio y vitaminas, ya que sus principales ingredientes son la leche y la fruta. Además es una fuente de proteínas, aminoácidos y vitamina B12, con lo que queda claro que es también muy nutritivo.
También es un gran aliado para esos días de bajón y tristeza. Su delicioso sabor nos hace estar de mejor humor y lo convierten en una herramienta beneficiosa para subir los niveles anímicos. Y si mejora nuestro estado de animo es porque también ayuda a producir serotonina, la conocida como «hormona de la felicidad».
