La ansiedad afecta cada día a más personas, especialmente a jóvenes. Aquí te damos un truco para lidiar con ella lo mejor posible
La ansiedad es tal vez uno de los trastornos de moda del momento. La salud mental, que hace un par de generaciones, aparecía en los medios de comunicación y en el boca a boca como un asunto reservado a los majaderos, se ha convertido en uno de los temas más en boga de la sociedad actual. Y no precisamente por un buen motivo.
La ansiedad ha visto disparados sus índices de aparición en jóvenes que ni siquiera han llegado a la mayoría de edad o bien apenas cuentan con dos décadas de vida a sus espaldas. ¿Las razones? Estrés producto de un sinfín de posibilidades como el desamor, relaciones frías en el entorno familiar, bajo rendimiento académico o incluso una autoestima deficiente.
Sea cual sea el motivo, cada vez se han ido desarrollando más y más métodos para hacer frente a la ansiedad. Los fármacos destinados a combatir los síntomas de los trastornos mentales suelen ser caros y no siempre asequibles para un amplio porcentaje de la población. Es por eso que hoy en dieta.com traemos una técnica clínica que podría servirte para mantener al mínimo tus ataques de ansiedad: la respiración progresiva de Jacobson.
Esta práctica no nos demorará más de veinte minutos y consiste en efectuar una relajación gradual y descendente de todos los músculos del cuerpo. La técnica se divide en distintas fases en función del grupo muscular y la parte del cuerpo que se desean relajar. Lo más habitual es aplicarla cuando empezamos a notar los primeros indicios de un acceso de ansiedad. Debería ayudarnos a atajarlo antes de que este se produzca.
El proceso
Primero se empieza por los brazos, por ser esta la parte del cuerpo que empieza a temblar con más asiduidad. Se debe estirar el brazo derecho y cerrar el puño ejerciendo presión sobre la palma de la mano. Después se debe relajar la presión y proceder de la misma manera con el brazo izquierdo.
Así, se debe realizar la contracción y posterior relajación de los músculos en este orden: brazo, pecho, piernas, cara y hombros. El propio Jacobson, creador del método aseguró que este se perfecciona con la práctica y que cuantas veces se ejercite mayor será el estímulo percibido por los músculos y, en consecuencia, mayor la relajación.
