Con un buen relleno nórdico no pasarás frío en la cama, incluso aunque no tengas la calefacción encendida.
Dormir con una manta resulta a veces muy incómodo, porque pesan demasiado y a la hora de hacer la cama es una verdadera tortura. Con la llegada de los rellenos nórdicos, ese incordio quedó atrás. Ya no nos sentimos como si tuviésemos 10 kilos encima, lo que nos permite movernos con facilidad manteniéndonos igual de calentitos, y la cama se hace mucho más rápido porque solo tendrás el edredón con la sábana.
Existen varios tipos de rellenos nórdicos dependiendo de varios factores, como el material o el grosor, en función también de la estación. A la hora de comprar uno, debemos tener en cuenta varios aspectos. Hoy vamos a ayudarte a que elijas el que mejor se adapte a ti.
En qué hay que fijarse a la hora de comprar un relleno nórdico
Dependiendo de la estación en la que nos encontremos, tendremos que elegir un material u otro. A este respecto, existen dos tipos de relleno en el mercado. Por un lado, los de fibra sintética, recomendados para épocas en las que no haga mucho frío y para personas alérgicas, que permiten lavarse de forma sencilla en la lavadora; salvo que se contraindique en la etiqueta. Por otra parte, el edredón también puede ser natural, ya sea de plumas de oca o de pato. Estos retienen más el calor, son menos pesados que los sintéticos y están especialmente indicados para el invierno.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir un relleno nórdico es su gramaje, ya que cuanto más alto sea, más caliente será. Parece una tontería, pero presta atención en la medida de la cama y en el ancho del colchón. El edredón deberá medir como mínimo 60 centímetros más que el ancho de la cama y al menos 30 centímetros más que el largo. En el caso que durmáis dos personas, se recomienda que el ancho sea 25 centímetros superior. Para que sea más sencillo, vamos a darte las medidas para cada tamaño de cama:
- Para una cama de 90×190 centímetros, escoge un relleno de 150×220 centímetros.
- Para una cama de 135×190 centímetros, escoge un relleno de 220×220 centímetros.
- Para una cama de 150×190 centímetros, escoge un relleno de 240×220 centímetros.
- Para una cama de 180×200 centímetros, escoge un relleno de 260×240 centímetros.
Además, a la hora de escoger el gramaje del relleno, debes fijarte en la temperatura de la habitación. En caso de que esté entre 18 y 20 grados, lo ideal es uno cálido. Si oscila entre 21 y 24 grados, mejor un edredón fresco. Y si la alcoba está a 17 grados o menos, un edredón extracálido será la opción más favorable.