Los radiadores son los grandes olvidados de la casa por su complicada estructura, pero su preparación para el invierno es importante.
Los radiadores son uno de los aparatos del hogar que más cuesta limpiar, debido a su forma tan estrecha y a que se encuentran muy cerca de la pared. No obstante, es importante limpiarlos al menos una vez al año de forma profunda y eliminar cada semana el polvo y la suciedad acumulada.
Si quieres que tus radiadores sigan funcionando como el primer día y no adquieran un tono amarillo feo, sigue leyendo. Toma nota a continuación de cómo debes limpiarlos de forma fácil y rápida.
La correcta limpieza de los radiadores
Lo primero que hay que tener en cuenta es el mantenimiento de los radiadores. A este respecto, hay que estar muy pendientes de purgarlos porque pueden acumular aire, afectado así a su funcionamiento. Asimismo, se debe vigilar la presión y no poner encima de ellos ropa u otros accesorios.
Por su parte, en cuanto a limpieza más profunda, es recomendable llevarla a cavo antes de poner en marcha la calefacción, es decir, en otoño, justo antes de que empiece la temporada de frío. En ese momento hay que hacer la revisión anual, vigilar la presión de la caldera, purgar los radiadores si fuera necesario y, finalmente, la limpieza.
Para ello, primero se ha de comprobar que la calefacción se encuentra apagada y, por ende, los radiadores fríos. Después, hay que colocar papel de periódico o cartones viejos en el suelo y en la parte de la pared de los radiadores. Así evitarás ensuciar demasiado. A continuación, elimina el polvo del interior con un secador de pelo, vertiendo aire frío, o con unos cepillos largos que sirven para limpiar esta zona. Una vez se encuentren libres de polvo, se ha de coger una cuerda y atar una esponja con agua y jabón. Se deberá introducir después en las ranuras, y moverla de arriba hacia abajo con la cuerda que haya sobrado de hacer el nudo.
Una vez limpio por dentro el radiador, bastará con una mezcla de desengrasante y agua para limpiarlo por fuera. Se dejará actuar unos minutos y la suciedad comenzará a caer a los papeles o cartones del principio. Para acabar, se han de secar bien los radiadores para evitar que se oxiden con la humedad. Y para la limpieza diaria o semanal, te recomendamos que los aspires para eliminar posibles bacterias y para no sufrir alergias. Como has podido observar, limpiar los radiadores no resulta tan complicado y de esta manera permanecerán en perfecto estado, manteniendo su color mucho más tiempo.