El limón ha sido siempre una de las frutas más infravaloradas. Te contamos sus beneficios para tu salud
El limón siempre ha sido una fruta denostada. ¿La principal razón? Bueno, tan solo tenemos que fijarnos en lo que ocurre cuando damos un mordisco a una manzana. Un sabor entre dulce y ácido y un aporte considerable de agua, ¿verdad? Ahora bien, nadie en su sano juicio trataría de aplicar su dentadura en torno a un limón si no es porque ha quedado el último en algún juego de beber y como castigo ha de introducirse en la boca una rodaja de esta fruta.
En efecto, la acidez del limón es lo que nos echa para atrás a la hora de consumirlo. Sin embargo, el limón cuenta con una serie de geniales beneficios para la salud que posiblemente no conocías. En primer lugar, el limón es rico en vitamina C, un compuesto que a su vez contiene fibra y magnesio, dos componentes que ayudan a regular el tránsito intestinal y previenen el envejecimiento atrasando la aparición de arrugas y canas respectivamente.
En segundo lugar, el limón pertenece a la categoría de los cítricos, lo que convierte su aceite en un potente antiinflamatorio que se ha utilizado en medicina desde tiempos inmemoriales. De hecho, uno de los remedios caseros más habituales para hacer frente a la picadura de un insecto es cortar un limón por la mitad y aplicarlo a la herida ejerciendo un poco de presión.
Además, su capacidad terapéutica no solo se limita a los insectos, sino que también presenta propiedades antibacterianas y antiparasitarias. Esto se debe a que precisamente ese regusto ácido que nos hace componer una mueca de asco es igualmente repudiado por aquellas bacterias y parásitos que tratan de invadirnos.
La salud cardiovascular
Al igual que la mayoría de los de su familia, el limón es extremadamente útil y beneficioso para la salud del aparato circulatorio. Su composición a base de ácido fólico reduce considerablemente la presión arterial, lo que a su vez favorece la correcta circulación sanguínea y previene, a largo plazo, el aumento de los niveles de colesterol en sangre.
Respecto a sus supuestas propiedades de quema de grasa, el limón, como cualquier otra fruta, siempre debe acompañarse de una rutina de ejercicio físico adecuada a nuestro metabolismo y forma en ese momento, ya sean intensas rutinas de gimnasio o caminata de al menos una hora diaria. Finalmente, el limón es muy adecuado para preparar postres.