Las cucarachas son uno de los visitantes menos deseados. Elimínalas rápidamente con estos remedios caseros
Las cucarachas son uno de los visitantes menos deseados de cuantos existen. Y es que a nadie le gusta descubrir una de ellas anidando en la esquina más grasienta de nuestra cocina o deslizándose por las grietas de la pared enmohecida del salón. Además, estos insectos son los responsables de un número importante de trastornos fóbicos, por lo que eliminarlas directamente y lo antes posible es la mejor de las opciones.
Sin embargo, las insecticidas tienen un problema. Aunque sus efectos son visibles e inmediatos, sus efectos secundarios no siempre son muy halagüeños. Su olor es pegajoso y permanece en la superficie sobre la que se ha rociado aunque esta se haya limpiado a conciencia. Inhalarlo puede resultar fatal para la salud en muchos de los casos. Por tanto, aquí te proponemos tres remedios que no requieren de insecticidas y otros químicos y con los que solucionarás el molesto problema de las cucarachas.
Una de las mejores alternativas es la tierra de diatomeas, un producto que puede adquirirse en una tienda de jardinería y que consiste en una solución de tierra de algas unicelulares fosilizadas mezclada con toda suerte de fertilizantes ecológicos. Basta con verter parte de su contenido en un pulverizador y mezclarlo con agua. Esta mezcla actúa como una bomba para las cucarachas, pues destruye su exoesqueleto. Además, es segura si tenemos mascotas, puesto que no les afecta.
Otro de los remedios son los aceites esenciales, que funcionan de forma similar a la tierra de diatomeas. Algunos ejemplos son el aceite de mental, el aceite de romero, el aceite de lavanda, el aceite de eucalipto, el aceite de cedro, el aceite de ciprés o el aceite de orégano. Basta con diluirlos en agua y aplicarlos sobre la superficie en la que suelen posarse los insectos.
La hierba gatera
El último de los remedios es la hierba gatera, una planta altamente excitatoria en los gatos, que les provoca reacciones afrodisiacas y dosis de adrenalina. Sin embargo, este efecto es completamente distinto en las cucarachas.
Pero esconde un compuesto nocivo para las cucarachas, la nepetaloctona, que funciona como un repelente natural de los insectos. Aunque no acaba directamente con ellos, sí que puede mantenerlos alejados el tiempo suficiente.