El sonambulismo es un trastorno del sueño que afecta a más personas de lo que puede parecer. Te enseñamos a adelantarte a su aparición con estos remedios
Puede que alguna vez te haya ocurrido. Despiertas una mañana como otra cualquiera, dispuesto a prepararte tu desayuno de la forma más rutinaria posible. Y tus familiares te hacen saber que la noche anterior murmuraste algunas cosas incomprensibles, que te levantaste y, con los andares de un muerto viviente, te dirigiste a la cocina con los ojos cerrados y la voluntad no del todo consciente de prepararte una recena.
Si alguna vez has experimentado un episodio similar, puede que te encuentres ante sonambulismo, una dolencia que afecta cada vez a un número de personas mayor. Por desgracia, no existe un tratamiento específico para paliarlo o hacerlo desaparecer, pero sí que puedes tomar desde casa una serie de medidas preventivas para adelantarte a él.
El primer elemento que debe preocuparnos si somos sonámbulos es nuestra seguridad. Si nos trastabillamos estando dormidos, los reflejos no estarán ahí para ayudarnos a amortiguar el golpe o la caída. Es por eso que se hace necesario allanar el espacio de descanso lo máximo posible, retirando los obstáculos que puedan hacernos tropezar como cables, muebles con salientes, mesas y similares. Es conveniente también cerrar la puerta del cuarto con pestillo y, si no se dispone de él, trabarla de alguna manera para evitar la salida.
Muchas veces el sonambulismo se debe a una falta de sueño. Reajustar los hábitos de descanso podría erradicarlo de raíz. Es aconsejable irse a dormir temprano y evitar la música o la exposición a la luz azul de pantallas como la televisión, el ordenador o la tablet antes de irse a la cama para un mejor resultado. Asimismo, se ha de tratar mantener la habitación lo más silenciosa y oscura posible.
Alcohol y estrés
Una vez más, uno de los máximos responsables de la aparición de sonambulismo a cualquier edad es el archiconocido estrés. El sonambulismo se produce por una alteración significativo de los hábitos de sueño y la ansiedad puede tener un papel importante en su surgimiento. Así que se recomienda hacer ejercicio de forma regular y recurrir a actividades tranquilas antes de dormir como la lectura o la meditación.
De forma similar, el alcohol es un desencadenante directo del sonambulismo. Un consumo excesivo puede disparar los niveles de cortisol del organismo, la hormona encargada de generar el estrés.