Es uno de los postres más famosos en el día a día. Cómo hacer la mejor tarta de queso para sorprender a tus invitados estas navidades.
Hacer una tarta de queso es una de las cosas más básicas y esenciales a tener en cuenta cuando estamos hablando de postres. Puede ser también una muy buena forma de sorprender a tus invitados si vas a cocinar y más aún ahora que se acercan las navidades. Además, se trata de un plato sencillo y barato en ciertos aspectos porque se necesitan alimentos que tenemos todos en nuestra despensa.
Hay varios aspectos importantes a reseñar y es que se trata de un manjar que nos puede acompañar y servir de garantías para sorprender a propios y extraños. Lo puede hacer, además, bajo el pretexto de ser un postre que puede gustar a todo el mundo al tratarse de una comida básica y cuyos ingredientes suelen gustar a la mayoría de las personas.
Cómo hacer una tarta de queso
Como he dicho anteriormente, puede ser un plato perfecto para estas navidades de cara al postre y para sorprender a todos tus invitados. Y lo puedes hacer de una manera muy simple y sin que te quite mucho tiempo. Utilizando únicamente una serie de ingredientes con los que seguramente puedas tirar desde tu despensa lograrás crear esta receta a la perfección.
Sus ingredientes son muy básicos, ya que únicamente se necesitan 350 g de una crema de queso al gusto de cada persona. También se necesita un par de huevos, cerca de 150 o 200 g de nata, 100 g de azúcar y unos 40 g de harina. Con ello lograremos la masa perfecta para tener nuestra tarta de queso.
Lo que hay que hacer primero es coger un molde redondo en el que cubriremos nuestra tarta y que habrá que engrasar con manteca y proteger con algún tipo de papel vegetal para posteriormente introducirlo al horno. A partir de ahí empezaremos a precalentarlo a 200 °C tanto por arriba como por abajo.
Después tocará añadir en un bol todos los ingredientes previamente mencionados estando el queso a la temperatura ambiente y no hará del frigorífico. Acto seguido se batirá todo con unas varillas y se vierte sobre ese molde con papel vegetal sin modificar la temperatura del horno. Tras finalizar durante apenas 40 o 45 minutos reducimos su temperatura hasta que esté al punto. Esperamos a que se enfríe poco a poco y se introduce en él frigorífico antes de que se consuma.