Dejar la llave puesta por dentro es una costumbre bastante extendida para aumentar la seguridad, pero tiene otros efectos bien distintos.
Existen muchas formas de proteger nuestra casa. Empezando por la instalación de alarmas o cámaras de vigilancia, pasando por la colocación de rejas en puertas y ventanas… Sin embargo, este tipo de medidas de seguridad no son aptas para todos los bolsillos, y muchas personas optan por asegurar sus viviendas únicamente echando la llave de la puerta principal, dejándola, además, puesta en la cerradura por dentro.
Puede parecer un método muy seguro si consideramos que, de esta forma, los ladrones no podrán abrir la puerta manipulando la cerradura, pero no es así. Dejar la llave puesta no da más seguridad. De hecho, puede suponer un mayor riesgo para nosotros mismos. Se nos puede olvidar quitarla al salir de casa, lo que impedirá volver a entrar después con otra llave y lo que obligará a tener que llamar a un cerrajero; con el coste y el tiempo extra que esto supone. Además, si una persona mayor se encuentra dentro de la casa con la llave puesta y necesita ayuda, será más complicado atenderla ante cualquier urgencia, porque no podremos abrir la puerta aun teniendo la llave.
¿Por qué no es seguro dejar las llaves puestas en la puerta por dentro?
La respuesta a la gran pregunta de por qué no debemos dejar las llaves puestas es bien sencilla. Y es que, hoy en día, tal y como destaca la empresa de seguridad Prosegur, los ladrones tienen diferentes métodos para abrir las puertas, como, por ejemplo, la utilización de potentes imanes que hacen girar nuestra propia llave, aunque esta se encuentre por dentro. Asimismo, existe otro método de salvar este «escollo» llamado bumping: una forma de abrir las puertas rápidamente y de forma efectiva, que emplean muchos cerrajeros. Se lleva a cabo mediante un tipo de llave especial que se usa para abrir la gran mayoría de cerraduras. Solo se tendrá que dar un golpe con un martillo o con cualquier otra herramienta para que salten todos los pistones a la vez y, de esta manera, se pueda abrir la puerta.
Por otra parte, en la actualidad, existen muchos tipos de cerraduras, cada vez más modernas, que son de embrague doble: un mecanismo que permite realizar el giro para poder abrir la puerta, haya puesta por dentro una llave puesta o no. Igual tienes una cerradura de este tipo en tu casa y no lo sabes, por lo que dejar la llave metida tendría todavía menos sentido. Si has perdido las llaves y tienes miedo de que pueden localizar y abrir tu vivienda, lo mejor es que cambies inmediatamente la cerradura.
Así pues, como has podido comprobar, dejar la llave por dentro no es sinónimo de mayor seguridad. Más bien todo lo contrario. Por lo tanto, si tienes esa costumbre, recházala ya desde hoy mismo.