Las setas enoki, muy conocidas en el mundo asiático, empiezan a consumirse cada vez más en Occidente. Te contamos sus beneficios.
Así como el mundo está cada vez más comunicado gracias a las nuevas tecnologías, las cocinas del planeta están también cada vez más relacionadas entre sí. Los consejos viajan de un lado hacia el otro y se mueven más rápido de lo previsto, creando nuevas modas y cancelando viejos hábitos. ¿Qué conviene consumir? ¿Qué habría que comer menos? ¿Qué beneficios trae esto o lo otro? En este artículo, te presentamos las setas enoki, que son conocidas también como «Flammulina velutipes», o con nombres llamativos como “pie de terciopelo”, “seta de invierno” o “aguja de oro”.
¿Has oído hablar de estas setas? ¿Las consumes? Como primera aclaración, es una seta que viene de Japón, es originaria de allí, y su uso es bastante común en las cocinas asiáticas. Es decir: no es algo novedoso en este sentido. Son setas muy valoradas desde hace miles de años en la gastronomía japonesa, coreana y china. Lo nuevo, quizá, es que cada vez se están poniendo más de moda en el mundo occidental. Y está bien que así sea porque presentan grandes beneficios que, hasta el momento, nos resultaban desconocidos.
Los beneficios de las setas enoki, famosas en Asia
Entre los principales atributos de estas setas, resaltan dos a la hora de pensar en cualquier dieta: por un lado, tienen pocas calorías y, por el otro, presentan muchos minerales. Dos factores que, de por sí, ya entusiasman a cualquier nutricionista a la hora de planificar una dieta. Otra virtud a destacar es que cuenta con más potasio que un plátano, algo que llama poderosamente la atención.
Además, entre los diversos puntos positivos, las setas enoki tienen un alto contenido de fibra dietética. Esto quiere decir, traducido al lenguaje habitual, que mejora el tránsito intestinal, la salud del sistema digestivo. A su vez, gracias a su contenido en antioxidantes y betaglucanos, mejora también el sistema inmunitario. Más claro: nuestras defensas serán más fuertes para resistir a aquellos pequeños virus que andan dando vuelta, sobre todo en la época del invierno. Estas setas ayudan a armar como una especie de protección para que no te enfermes tan seguido por cualquier motivo.
¿Hay más beneficios? Sí, claro. Estas setas trabajan para reducir la acumulación de grasa en el hígado, mejorando el funcionamiento del propio órgano, produciendo una mejora de la salud hepática. Y, gracias al hierro que presentan, ayudan a luchar contra la anemia.