Se trata de una situación que afecta cada vez a más personas y que puede dañar tu mente si no es demasiado fuerte
El mundo laboral cada vez se vuelve más exigente y las obligaciones cada vez son mayores. Se produce una demanda de puestos por parte de jóvenes que no necesitan grandes pretensiones en cuanto a sueldos y tienen una elevada capacitación. Esto provoca que personas en torno a los cincuenta años puedan correr el riesgo de quedarse sin empleo, algo que preocupa mucho a estas personas y que puede generar en problemas mentales serios. Empiezas a recurrir a amigos o conocidos para que te puedan ayudar en la tarea de encontrar trabajo, pero observan como nadie les tiende la mano, cómo el móvil no vibra y cómo las opciones se van descartando cada vez más.
En este momento surge lo que se conoce como los expertos como el síndrome del teléfono apagado. Con esta forma se denomina a aquella situación donde las personas, de la edad que hemos comentado anteriormente, dejan de existir prácticamente a efectos laborales.
Las cuestiones económicas son las que más aprietan en este sentido, pero no podemos obviar que la mente aquí nos juega malas pasadas. En este sentido, las personas pierden la confianza en sí mismos, dejan de creer en ellas y si mentalmente no están bien dotadas para aguantar la situación pueden caer en depresiones severas que puedan ocasionarles graves problemas.
El síndrome del móvil apagado puede afectar a tu salud
Aquí, lo fundamental es encontrar ese pilar donde apoyarte y encontrar la zona de confort necesaria para no caer y estar por encima de estas circunstancias. La mente positiva lo es todo y esa persona puede hacer que te mantengas a flote en este delicado momento de tu vida.
La situación de sentirnos descalificados a nivel laboral puede contribuir mucho a un descenso agravante de nuestra autoestima como persona. Podemos llegar a pensar que somo inútiles, algo que puede repercutir en una separación de los ámbitos normales de socialización. Son muchas las personas que ante una falta de trabajo no quiere tener conversaciones con sus familiares o amigos por miedo a ser juzgados.
El trabajo da sentido a nuestras vidas. Es el motor y medio por el cual progresamos y podemos cumplir metas y objetivos. Quedarnos sin él, y no encontrar reemplazo nos puede desviar de nuestro camino.
Cuidar la mente, con apoyo psicólogo, mantener una rutina estable y entender la situación y el entorno laboral actual son elementos claves para no desesperar y sobre todo no caer en manos de problemas mentales. El cuidarse uno mismo es tan importante o más que cuidar de tus seres queridos, por eso a través del deporte u otra disciplina podrás llevar una rutina que te obligue a mantenerte ocupado.
