Comer de forma habitual este alimento puede aumentar el riesgo de padecer cáncer en un futuro teniendo consecuencias muy negativas
La dieta es fundamental para la salud de las personas.
De tal forma, llevar un consumo habitual de alimentos adecuados puede tener impactos muy positivos en la calidad de vida de las personas y alargar la calidad de vida.
Sin embargo y en el caso contrario, consumir alimentos poco nutricionales o naturales tendrá influencias negativas en el largo plazo. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud recomienda alejarse de distintos alimentos poco recomendables en la dieta diaria.
Uno de estos es el jamón cocido y los fiambres. Distintas organizaciones nutricionales de renombre, incluida la OMS, han advertido del riesgo de consumir de forma habitual este tipo de alimentos procesados. En concreto, el jamón cocido y los fiambres se encuentran enmarcados en el Grupo 1 de factores de riesgo de cáncer y están asociados con diversas patologías peligrosas.
Riesgo de cáncer
Asimismo, otras organizaciones como la OPS (Organización Panamericana de la Salud) relacionan a la carne roja procesada como «probablemente carcinógeno».
Así, se recomienda reducir al máximo posible su consumo. Según cifra uno de sus estudios, 50 gramos de este tipo de alimentos pueden aumentar significativamente el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Para ilustrar distintos alimentos incluidos en este grupo, se puede señalar varios de uso muy habitual en nuestros menús y recetas. De tal forma, las salchichas, el jamón, el bacon o la panceta, los embutidos, la carne envasada o la carne seca o jerky pueden contribuir de forma significativa al desarrollo de cánceres en un futuro.
Los nutricionistas han mostrado cierto consenso en este aspecto: es preferible alejarse de estos alimentos. Si se pueden evitar es mejor que se eviten y se recurra a opciones más nutricionales y, sobre todo, que hayan recibido menos tratamientos. La carne natural y con pocos conservantes es siempre una opción deseable.
A pesar de que los alimentos procesados y envasados suelen ser opciones más asequibles y económicas, invertir algo más de presupuesto en carne de calidad tendrá un impacto significativo en la salud humana a largo plazo. La salud genética o las condiciones ambientales son factores muy difíciles de esquivar y sobre los que nuestras acciones tienen poco peso. Sin embargo, la dieta y la calidad de los alimentos que consumimos se encuentran estrechamente relacionados con nuestras preferencias personales y elecciones. Invertir dinero en productos de calidad siempre resultará efectivo en el cuidado de uno de los bienes más preciados de los que disponemos: nuestra vida.
