Cada vez son más las personas que practican una caminata afgana, un método para mejorar la salud y ser más resistentes en el ejercicio.
Ya prácticamente nadie duda de que caminar un poco todos los días mejorar la salud en todos los sentidos posibles. No sólo sirve para adelgazar, sino que es bueno también para bajar los niveles de ansiedad, para sumar vitalidad, para descansar mejor durante la noche y mejorar distintos aspectos mentales. De hecho, cada vez son más las personas que eligen esta actividad gratuita al aire libre en vez de ir a un gimnasio cerrado y pagando una cuota mensual.
Ahora bien: ¿has oído hablar de la caminata afgana? Esta actividad empieza a ser moda en varios países, aunque no estamos hablando de nada nuevo. Es una caminata normal que se combina con técnicas de respiración y meditación. Algunos la han llamado el yoga del senderismo o el senderismo meditativo. Lo que está comprobado es que trae grandes beneficios para salud física como espiritual. Y, sobre todo, nos hace más resistentes…
Los beneficios de la particular caminata afgana
No es una actividad nueva del siglo XXI. Aunque sí es una actividad que, en el mundo occidental, se empezó a ser un poco conocida a partir de la década del 80 y 90, a pesar de que tuvieron que pasar varios años más para que sea reconocida. Ahora, en el siglo de la tecnología, donde todo puede ser viral de un minuto a otro, se puede decir que la caminata afgana está en pleno auge.
Como su nombre lo dice, este ejercicio nace en Afganistán, un país que es bastante montañoso, que no tiene mar y que está ubicado en Asia. El investigador Edouard G. Stiegler observó en la década del 80 que los afganos tenían una gran resistencia para caminar varios kilómetros casi sin descansar. Se dio cuenta de que lo que veía no era normal, o al menos no era normal para el mundo que él conocía, y empezó a estudiar los ritmos de respiración. Así se dio cuenta de las ventajas que había al caminar y respirar de ciertas maneras. Beneficios físicos, espirituales, mentales…
La caminata afgana consta básicamente de tres etapas. Primero, se debe inhalar durante los tres primeros pasos. Después, se retiene ese aire durante el cuarto paso. Y, por último, se exhala en los próximos tres pasos. Parece complicado, al principio. Aunque la concentración y la rutina ayudan para que todo sea más sencillo y se haga de forma mecánica.