Los efectos del agua, conocidos de cerca y con un uso adecuado, pueden ser beneficiosos para nuestro organismo
Nuestra actualidad está plagada de tratamientos, medicinas, fármacos y todo tipo de cuestiones milenarias que siguen haciéndole bien a nuestro organismo, a nuestro cuerpo, y que por tanto no solo son recomendados por nuestros ancianos, sino que médicos y doctores siguen apostando por estas soluciones tan ancestrales.
En este caso se encuentra la llamada balneoterapia. Esta técnica no es más que beneficiarte de las numerosas cuestiones que arrastran las aguas minerales y que actúan de agentes medicinales. Nuestro cuerpo se apropia de ella ya sea por vía oral o por nuestra piel, algo muy reconocido en nuestro país dentro de la especialidad conocida como hidrología médica.
Esta práctica no solo es tratada en España, en el resto del continente podemos enumerar varios lugares donde tiene muchísimos seguidores. Son más de cuarenta millones de personas las que destinan gran parte de su tiempo en asistir a los diferentes balnearios repartidos por todo el mundo, especialmente por Europa.
La balneoterapia tiene efectos beneficiosos
Entre las diferentes tipologías de aguas, podemos encontrar varios rankings dependiendo de su ubicación, composición, propiedades o diferentes circunstancias que rodeen al agua en cuestión.
Es más, según el agua de la que nos vayamos a beneficiar, será ella la que dicte el tipo de acción a tratar. Aunque si tenemos que puntualizar que siempre se elige aguas sin tratar y directamente de manantiales, ya que si más se conoce sobre esa agua más posibilidades de extraer sus beneficios podemos tener, si bien es cierto no existe un criterio común.
La temperatura podemos decir que es el principal barómetro para estipular una clasificación en torno al agua. En este caso se considerará hipertermal la que sea superior a 38 ºC. Mesotermal, aquella que oscile entre 34 y 38 ºC. La Hipotermal descenderá algo más, entre 28 y 34 ºC. Y Fría será aquella de menos de 28 ºC.
Dependiendo de las diferentes temperaturas nuestro cuerpo reaccionará de manera diferente al tratamiento y conllevará soluciones centrada a la dolencia que tengamos. Si nos tratamos con agua de bajas temperaturas nos llevará a sensaciones analgésicas, una práctica aplicada a la medicina deportiva. El calor produce dilatación, lo que lleva a producir un efecto sedante.
Dependiendo de las dolencias que tengamos tendremos resultados diferentes y alternativas en la búsqueda de una solución a nuestros problemas. Cada día más son los seguidores en España de esta disciplina que reina en Europa, especialmente en los países nórdicos que emplean las bajas temperatura sobre todo para tratar sus diferentes enfermedades. Incluso ir a uno de estos balnearios puede ser un buen regalo.