Las polillas pueden ser inquilinos muy molestos. Te enseñamos cómo deshacerte rápidamente de ellas con estos trucos
Las polillas son unos de los insectos más molestos que existen. Seguramente alguna vez hayamos ido a buscar nuestra camisa favorita y nos la hayamos encontrado agujereada, como si un ratón hubiera estado royéndola. Pues bien, la respuesta es una polilla. Te enseñamos a deshacerte de ellas con estos sencillos trucos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las polillas anidan allí donde se acumula el polvo. Si no mantenemos nuestro armario limpio, es muy posible que una familia de estos molestos insectos se instale allí la siguiente vez que lo abramos. De la misma forma, las polillas también se sientes atraídas por el olor a comida, especialmente por la presencia de moho y, al igual que las cucarachas, suelen construir sus nidos en las grietas de la cocina. Es por ello que conviene sellarlas.
Además, también se puede rociar el armario con alcanfor, saquitos de lavanda o bolsitas con cáscaras de naranja. Todos estos productos actúan como repelentes naturales y son alternativas mucho menos nocivas que la naftalina que suele aplicarse sobre los armarios. Esta sustancia química se caracteriza por su fuerte olor, que puede resultar perjudicial para la salud en dosis excesivas.
En su lugar, se aconseja guardar la ropa de temporada en cajas herméticas para impedir la entrada a las polillas y conservar la comida que sobre en frascos de vidrio o, en su defecto, de plástico rígido. De esta manera se previene la formación de moho y de otros hongos que funcionan como néctar para las polillas. La temperatura también ha de ser adecuada, siempre tendiendo hacia el calor, pues estos insectos son resistentes al frío.
La ropa agujereada
Pero, a pesar de todas las precauciones que hay que tomar, ¿qué sucede cuando ya hemos sufrido de primera mano las consecuencias de la invasión? ¿Cómo reparamos esos molestos agujeros en nuestras prendas de ropa? Por fortuna, tenemos respuesta a esa pregunta.
La ropa que haya sufrido las voraces tentativas de las polillas debe lavarse a conciencia con agua caliente y secarse a temperatura media o alta, en ningún caso fría. Esto se debe a que las bajas temperaturas fomentan la eclosión de los huevos. Por eso, además, se debe aspirar la zona en la que se cree que pueden haberse instalado las polillas y vaciar rápidamente el contenido de la aspiradora.