La lombarda es una de las legumbres estrella durante el período navideño. Sin embargo, tal vez no sea apta para todos los consumidores
La lombarda es una de las legumbres predilectas durante el invierno. Es en esta época del año cuando aumenta considerablemente su producción y cuando podemos verla con más frecuencia expuesta en los supermercados. La mayoría la recordamos por su inconfundible color morado, similar a una de esas setas mágicas que abundaban en Alicia en el país de las maravillas. Sin embargo, ¿es realmente saludable comerla?
Todo parece apunta que sí. La lombarda es rica en agua, que está presente en al menos un 91% de su composición. Además, su aporte calórico no supera el contenido en un yogur. Esto, sumado a la presencia de fibra, que favorece el efecto de saciación, la convierte en un producto ideal para añadir a las dietas destinadas a la pérdida de peso o quema de grasa corporal si se compagina con una rutina adecuada y personalizada de ejercicio físico.
Otro punto fuerte es su contenido en vitamina C, un potente antioxidante natural, ideal para los deportistas por su capacidad de regeneración del tejido muscular que previene las lesiones y desgarros y por su fortalecimiento de los huesos al aumentar la densidad ósea del organismo y evitar lesiones, fracturas y la aparición de dolencias como la osteoporosis. Además, los antioxidantes también retrasan la aparición de signos de la edad, especialmente las arrugas y las canas.
La lombarda actúa también sobre la salud ocular, al igual que el calabacín o la calabaza. Solo que, en el caso de los primeros la mejora de la agudeza visual se debía a la presencia de un componente denominado zeaxantina, en el caso de la lombarda se explica gracias a la presencia de antocianina, la sustancia encargada de dotar a esta legumbre de su característico pigmento púrpura o azulado.
Los riesgos
El principal riesgo que entraña el consumo de lombarda es su propiedad diurética, es decir, posibilita la expulsión de fluidos del organismo de forma rápida. Esto es especialmente beneficioso para las personas que sufren de hipertensión. Al aliviar la presión arterial, la sangre fluye por los vasos sin ejercer presión sobre las paredes de estos, ayudando a prevenir enfermedades cardíacas.
Sin embargo, aquellos que padecen hipotiroidismo deben extremar la precaución, puesto que podrían sufrir una insuficiencia cardíaca. Asimismo se recomienda un consumo moderado y muy controlado en personas diabéticas.