La remolacha es una hortaliza habitual en ensaladas. Te explicamos por qué deberías comerla con más asiduidad
La remolacha es una de las hortalizas más comunes, aunque seguramente muchos de nosotros piense en primer lugar en una zanahoria cuando le piden enumerar una lista de hortalizas y la mayoría ni siquiera sabrá su valor nutricional. Pues bien, lamentamos decirte que la remolacha es una de esas verduras que debe sustituir a los azúcares ultraprocesados como la bollería industrial y las galletas de chocolate y que probablemente no sea el placer culpable de nadie. Te contamos los beneficios que tiene para tu salud.
La remolacha presenta un aporte calórico muy reducido, de apenas 43 calorías, aproximadamente lo contenido en un yogur. Como la mayoría de verduras tienen un alto contenido en fibra, lo que favorece el tránsito intestinal, ayuda a prevenir el estreñimiento y facilita el efecto de saciedad, lo que provoca que nos sintamos llenos fácilmente con un alimento que apenas aporta calorías. Esto la convierte en una buena alternativa para ser incluida en las dietas de pérdida de peso y quema de grasa corporal.
Su composición a base de vitamina C contiene ácido fólico, encargado de regenerar las células y de producir nuevas. Esta función antioxidante la hace ideal para los deportistas por su capacidad para regenerar tejidos musculares, evitando lesiones y desgarros, y de fortalecimiento de los huesos al prevenir la aparición de la osteoporosis y prevenir fracturas al aumentar la densidad ósea.
Además, la remolacha también ayuda a mantener alejado el cáncer. Esto se explica gracias a la betanina, la sustancia encargada de proporcionarle su inconfundible color rojo. La explicación reside en que esta sustancia impide la muerte celular y acelera la generación de nuevos tejidos, evitando así los estímulos cancerígenos y la aparición de tumores.
Aparato excretor y circulatorio
La remolacha también incide directamente sobre estos dos aparatos del organismo. La remolacha impide la formación de cálculos renales y favorece la expulsión de piedras de oxalatos. De hecho, es posible que si la consumimos con mucha regularidad las heces comiencen a teñirse de un rojo intenso, pero no se trata de sangre sino de la betanina de la que hablábamos más arriba.
Finalmente, la remolacha es positiva para el aparato circulatorio al facilitar la digestión de las personas que padecen asma. Para ello debe rallarse en ensaladas o ser consumida en jugos muy concentrados.