Disfrutar de un delicioso mousse de chocolate es ideal para cualquier época del año. Te contamos cómo prepararlo en cinco minutos.
¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un delicioso mousse de chocolate? Este postre exquisito es muy solicitado en varias partes del planeta. Además, es ideal para cualquier época del año: se puede saborear tanto en los meses fríos como en los más calurosos. Es a su vez un postre perfecto para una cena entre amigos, para una comida del fin de semana o para agasajar a cualquier persona en tu hogar.
Encima, la preparación es muy sencilla y tardarás apenas cinco minutos en elaborar esta delicia. Tampoco necesitarás comprar varios ingredientes para su preparación o gastar una fortuna en el supermercado. Si eres amante de lo dulce y del chocolate, este artículo te puede servir, ya que te contaremos aquí cuál es la receta para que todo el mundo aplauda tu mousse de chocolate.
Receta para un rico mousse de chocolate, ideal para un postre perfecto
Si bien hay distintas maneras de preparar un mousse de chocolate, nosotros haremos hincapié en la “original”, por llamarla de alguna manera, que nació en Francia, en el siglo XVII. Primero, como siempre, destacamos los ingredientes necesarios para esta elaboración: 160 gramos de chocolate en tableta (vienen con un 70% de cacao), 50 gramos de mantequilla sin sal, un poco de sal, dos huevos de los grandes (talla L) y azúcar.
El chocolate puede ser con leche o blanco, aunque se prefiere el chocolate negro para darle mayor intensidad al sabor, como así también un color más tentador (sí, con la vista se empieza a comer).
El primer paso es derretir la mantequilla. Luego (segundo paso), con la mantequilla derretida en un bol, se coloca el chocolate troceado de la tableta. Tercer paso: separar las claras de las yemas. Las yemas, justamente, serán mezcladas con el chocolate y la mantequilla. Después se agregan las claras. Y seguimos batiendo…
Cuarto paso: añadir un poco de azúcar y se debe continuar batiendo hasta que todo quede firme, como intentando lograr una textura esponjosa. Quinto y último paso: cuando creemos que la textura ya es la correcta, la llevamos a una nevera para que esté allí durante varias horas.
Posdata: si quieres darle un toque mágico al final, antes de degustar, puedes rayar un poco de chocolate que te haya sobrado para usarlo por encima del mousse. Un poco de arte decorativo nunca sobra y siempre se valora.