Dormir descalzo puede parecer una temeridad en esta época del año. Te contamos los motivos por los que mucha gente lo prefiere
Dormir descalzo puede parecer una cosa de locas en estos fríos meses de invierno. Y es que muchos de nosotros dormimos bajo la sospecha de que uno de nuestros pies pueda deslizarse fuera de la sábana debido a los movimientos inconscientes mientras permanecemos sumidos en las fantasías oníricas y pescar una buena hipotermia por esa parte del cuerpo que dejamos algo más desprotegida. Pues bien, no se trata de un miedo irracional. Te contamos las ventajas de dormir con calcetines.
Para empezar, la función principal de los calcetines es la de proporcionar calor, lo que automáticamente tiene repercusiones directas sobre el aparato circulatorio al dilatar los vasos sanguíneos. Esta dilatación permite que la sangre fluya con normalidad y que la presión arterial se reduzca, permitiendo que el cuerpo se relaje y que el cerebro no bombee tanta sangre a determinadas zonas, por lo que puede desconectarse y disfrutar de un largo reposo.
Los calcetines también actúan como una especie de barrera protectora, actuando de escudo para evitar que nuestro cuerpo pueda contraer enfermedades o infecciones. Por ejemplo, unas sábanas sucios podrían acumular bacterias en su superficie que, si dormimos descalzos, podrían anidar en nuestro organismos con mucha más facilidad que si nos ponemos calcetines.
Siempre se debe seleccionar adecuadamente el tipo de calcetines que nos llevemos a la cama. Ha de intentarse que se traten de calcetines fabricados con fibras naturales, como hilo o algodón que eviten la sudoración de los pies y que las costuras del talón y os tobillos no compriman la piel dificultando la circulación sanguínea. Por ello, si a la mañana siguiente nos topamos con una marca en la zona del tobillo, lo mejor será que cambiemos de calcetines y nos hagamos que unos que no nos aprieten.
Los inconvenientes
Sin embargo, dormir con calcetines también tiene una importante cantidad de inconvenientes. Por ejemplo, si se padecen problemas relacionados con la circulación sanguínea como inflamación de los tobillos o varices , la sangre tardará más en llegar desde los pies al corazón, retrasando el retorno venoso y provocándonos dolor en la zona.
Finalmente, debemos asegurarnos de que los calcetines que utilicemos sean limpios y que no los llevemos durante varios días. En ellos suelen proliferar bacterias y hongos, especialmente si están mal lavados, por lo que es conveniente cambiarlos diariamente y no usar siempre el mismo par para dormir.