Si tu casa parece un congelador durante el invierno, te enseñamos a calentarla con estos sencillos trucos
Ha llegado diciembre y se nota. Las calles que hace unos meses reflejaban los dorados rayos del sol y nos incitaban a no llevar más abrigo que una chaqueta fina, se tiñen en estas fechas de blanco en algunos puntos geográficos y de un denso gris oscuro que se instala en el cielo a primera hora de la tarde. El ambiente frío siempre se ha caracterizad por tener una paleta de colores apagada, pero esto no debería representar un problema si tienes tu hogar bien caliente.
Sin embargo, por mucho que aumentas la potencia del radiador y configuras la calefacción central, el calor parece esfumarse pasados unos minutos. La razón puede esconderse detrás de muchas situaciones. Una de las más habituales es una mala construcción de la vivienda, es decir, que esta haya sido levantada sobre materiales de mala calidad o que tenga un techo muy alto que resulte muy difícil calentar.
Si no te encuentras en la situación anterior y aun así sientes que el calor se escapa de tu hogar, puede ser por las grietas y huecos de las paredes. Ya hablamos en dieta.com de que las grietas suelen ser el nido favorito de las cucarachas pero también constituyen un resquicio por el que el calor puede colarse si no se sellan adecuadamente.
Por otro lado, es muy típico que el calor no se mantenga debido al fenómeno de la condensación, más conocida como el empañamiento de los cristales. Para evitarla es necesario ventilar la casa con frecuencia, hacer uso de deshumidificadores y vigilar los recipientes que expulsen vapor como las ollas, tapándolas si fuera imprescindible. Para ventilar basta con abrir las ventanas durante un cuarto de hora y luego cerrarlas rápidamente y repetir el proceso al menos tres veces al día.
Las soluciones
Algunas soluciones que te recomendamos para hacer frente a las fugas de calor es hacerte con una alfombra y cubrir el suelo con ello para mantener la sensación térmica. Además, las alfombras o moquetas pueden conjuntar con el resto de decoración de tu cuarto.
Otro de los remedios más comunes es la instalación de persianas, que apenas cuesta dinero y aumentará esa sensación de aislamiento con la que podremos retener el calor y proteger la casa de esos molestos insectos que se infiltran en nuestra habitación cada vez que abrimos la ventana.
