El cebollino es el principal sustituto de la cebolla. Te contamos los efectos positivos que puede tener si lo incorporas a tu dieta
El cebollino ha sido desde siempre el principal sustituto de la cebolla. Han avalado sus efectividad su textura suave y el regusto similar al que deja en la boca su hermana pero sin su inconfundible sabor fuerte y lacrimógeno. Si eres aficionado a cenar ensaladas, probablemente el cebollino sea una de tus verduras preferidas. Y, si no lo es, te contamos una serie de beneficios para que cambies de idea.
El principal beneficio del cebollino es uno de los que se encuentran también en otras verduras: su alto contenido en antioxidantes, ideales para los deportistas por su capacidad de regeneración del tejido muscular que evita lesiones y desgarros y por el fortalecimiento de los huesos al aumentar la densidad ósea del cuerpo, previniendo así la aparición de la osteoporosis y de fracturas fruto de impactos. A largo plazo, aumenta el envejecimiento celular, lo que podría ser un aliado en la lucha contra varios tipos de cáncer.
También es aliado del aparato circulatorio al reducir la presión arterial, o, lo que es lo mismo, ensanchar los vasos sanguíneos para facilitar el paso de la sangre a través de ellos, lo que a su vez mantiene a raya los niveles de colesterol LDL o «malo» y evitan afecciones coronarias como infartos de miocardio, taquicardias o insuficiencia cardíaca.
El cebollino también presenta un alto porcentaje de fibra, que favorece el efecto de saciedad, provocando que nos sintamos llenos a pesar de no haber ingerido muchas calorías. De esta forma, el cebollino puede incorporarse fácilmente a las dietas de pérdida de peso y de quema de grasa corporal. Asimismo, la fibra también tiene propiedades antibacterianas y preserva la flora intestinal del aparto digestivo, impidiendo el estreñimiento.
La capacidad cerebral
Algo que no mucha gente sabe es que el cebollino también es muy beneficioso para el cerebro. La presencia en su composición de minerales y vitaminas favorece la actividad cerebral y el cuidado de la memoria, favoreciendo la concentración y a largo plazo, la retención de información.
Por último, también es una gran fuente de agua que nos ayudará a mantenernos hidratados si lo acompañamos de los dos litros diarios producto de la regla de los ocho vasos. Eso sí, puesto que acostumbra a consumirse en pequeñas cantidades, el aporte no es demasiado significativo.