No solo se trata de los alimentos que comemos sino también de la forma de cocinar esos productos que puede ser perjudicial
La sociedad cada día está más pendiente del tipo de dieta que lleva a cabo y no solo para perder esos kilos de más que tenemos en nuestro abdomen. No solo nos informamos de los nutrientes que tiene cada alimento o su composición, sino que vamos un paso más allá y consumimos información sobre la manera de cocinar más beneficiosa para el organismo. La mexicana Nathaly Marcus, experta en nutrición, pone el foco en dos alimentos como el salmón y el atún que deberían ser desterrados de nuestro consumo por el alto porcentaje de mercurio que tienen.
La experiencia de la nutricionista indica que es la sustancia que más se encuentra en personas con enfermedades autoinmunes y cáncer, y con problemas neurológicos. Incluso apunta a que podemos estamos intoxicados por la ingesta de estos pescados, que son muy grasos y las toxinas se pegan en la grasa, son liposolubles, y tienen una relación estrecha con las grasas. Se trata de peces que tienen una longevidad grande y entonces se llenan de hidrocarburos que llegan al mar en su día a día. Por tanto, las personas que consumen estos pescados están comiendo esos hidrocarburos, esos metales tóxicos que se pegan al tiroides, al cerebro, a los huesos y son alimentos muy tóxicos.
La solución podría pasar por comer pecados más pequeños como por ejemplo las sardinas, las anchoas o los boquerones que no tienen una vida no tan longeva y son pescados más limpios. También el róbalo no es tan graso e igualmente los lenguados. Se tratan de pescados que tienen una durabilidad mucho más reducida y por tanto, no les da tiempo a ingerir este tipo de sustancia que posteriormente resultan tóxica para el ser humano.
Algunos pescados son perjudiciales sin saberlo
Tenemos que saber qué comer en cada momento pero no solo se trata de los alimentos, igualmente de los productos que por ejemplo nos aplicamos en nuestro cuerpo, hay que evitar los compuestos químicos perjudiciales. La piel es el órgano más grande del cuerpo.
Hay protectores solares contraproducentes que están llenos de toxinas que van a la cara, de parabenos, son sustancias que se van a ir al sistema linfático y se van a quedar en el organismo. Por tanto, tenemos que buscar cremas limpias, maquillajes, protectores orgánicos, limpios. También tenemos que buscar desodorantes sin aluminio.
La experta se centra en el aluminio y en el caso de la cocción de los alimentos porque también debemos tener en cuenta la manera en la que cocinamos todos los productos. Por ejemplo, las ollas donde cocinamos están llenas de aluminio, son de teflón y es altamente virulento. Tendremos que cambiar las propias ollas por unas de acero inoxidable o, en su defecto, por ollas de cerámica, superficies limpias. No se trata solo de lo que comemos sino de la forma de vida que llevamos.