Muchos estudios han demostrado que el estado de ánimo está directamente relacionado con la dieta y ciertos alimentos que consumimos
El estrés y la ansiedad que sufrimos en nuestro día a día nos frena en muchos momentos en determinadas tareas. Sabemos que es muy complicado no vivir estresado en nuestros trabajos o con ciertos asuntos personales. En numerosas ocasiones habréis visto por televisión a los personajes de vuestras series favoritas consumir dulces o helados cuando están tristes. También es seguro que vosotros hacéis lo mismo o conocéis a personas que sí tengan estos hábitos tan populares… pero nocivos.
Muchos estudios han demostrado que nuestro estado de ánimo está relacionado directamente con la alimentación que seguimos. Si estamos pasando por una situación estresante solemos acudir a la comida basura como las típicas hamburguesas de una cadena de comida rápida o a las famosas pizzas. Esto es debido a que, en muchos casos, nuestra ansiedad o estrés tiene como primera respuesta hacernos un pequeño nudo en el estómago. Lo sentimos y creemos que es porque nuestro estómago está vacío, pero no. Es una sensación mucho más común de lo que pensamos, de ahí que veamos tantas y tantas escenas de nuestros personajes favoritos de esta forma.
Cuidado con los alimentos: tu estado de ánimo depende de ellos
El alto consumo de grasas saturadas y de azúcares nos hace tener más probabilidades de sufrir episodios de estrés y de ansiedad. Si esto se prolonga en el tiempo, nuestro cuerpo reacciona de forma contundente. Lo primero que hace es notar como se acumula la grasa en nuestro abdomen, lo que incide directamente en vernos mal ante el espejo. Además, se nos complica la posibilidad de cambiar esos hábitos a medida que consumimos más y más grasas y azúcares.
De tener una dieta basada en comida basura, nuestro cuerpo reaccionará de forma negativa al introducir alimentos sanos y ricos en nutrientes. Si acostumbramos a ciertos alimentos a nuestro organismo, este los asimilará como habituales, de ahí el choque al intentar cambiar de forma radical la alimentación. La fruta y la verdura no solo nos ayudaría físicamente, sino también en nuestro día a día a la hora de gestionar emociones. Los estudios han demostrado que una dieta sana y equilibrada reduce el estrés y ayuda a afrontar todos los problemas con una mentalidad positiva. Si comenzamos con esta dieta, enseguida comprobaremos que nuestro cuerpo nos pide más alimentos saludables para dejar atrás a las comidas destructivas.
Evidentemente también puedes comer dulces como el chocolate, pero recuerda que cuanto más puro sea mucho mejor para tu organismo y salud mental. Tú eres tu alimentación, así que deja esos hábitos tan perjudiciales.
