La maracuyá es una de las frutas exóticas más consumidas. Te contamos por qué deberías comerla más a menudo
Muchos de los lectores tal vez se hayan perdido al leer el titular. Otros arrugará el ceño pensando en que el nombre les resulta vagamente familiar. Quizás lo hayan escuchado en algún, pero no están seguros de dónde ha podido ser. A ellos va dirigido este articulo. La maracuyá es una de esas frutas con gran repercusión en los países tropicales, pero que no ha gozado de demasiada trascendencia al otro lado del charco.
Muchos de nosotros asociamos las frutas exóticas con el lujo, con unas vistas de ensueño en una isla paradisíaca, bamboleándonos sobre una hamaca atada a dos palmeras mientras tomamos un cóctel de frutas con una pajita y dejamos que la suave brisa marina nos acaricie la piel y nos revuelva los cabellos, mientras observamos al sol en lo alto del cielo detrás de nuestras gruesas gafas opacas.
Sin embargo, si estás en el mundo real , probablemente hayas visto alguna vez esta fruta en el supermercado y te has preguntado si puedes incorporarla a tu dieta. En otras palabras, si resulta adecuada para mantener una alimentación saludable. Hoy te resolvemos la duda.
La maracuyá, como muchas otras frutas, es rica en fibra. Esto quiere decir que regula el tránsito intestinal, eliminando los microorganismos perjudiciales que se adhieren al intestino y mejorando la flora, evitando el estreñimiento. Además, la fibra tienen un potente efecto de saciedad, que nos ayudará a sentirnos llenos antes de tiempo y a aplacar el hambre con una ingesta de calorías muy reducida.
La maracuyá también contiene fitoesteroles, un componente aliado del sistema cardiovascular al reducir la presión arterial, permitir la dilatación de los vasos sanguíneos y mantener a raya los niveles en sangre de colesterol LDL o «malo». De esta manera se previenen problemas serios de circulación, como la hipertensión, los infartos de miocardio o las taquicardias.
La maracuyá comparte con el resto de frutas exóticas una interesante propiedad sedante. Es decir, el consumo de esta fruta relaja la mente o, lo que es lo mismo, disminuye la actividad del cortisol del organismo, la hormona encargada de generar el estrés y la ansiedad.
Por último, al maracuyá es una excelente fuente de calcio, que fortalece los huesos y aumenta la densidad ósea del cuerpo, previniendo la osteoporosis y haciendo a los huesos más resistentes a los daños y fracturas.
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