Uno de los grandes mitos nutricionales que debemos dejar de hacer es beber agua con limón en ayunas para detoxificar o adelgazar.
Con las cenas de empresa y la Navidad a la vuelta de la esquina, resulta casi imposible no excedernos con la comida o la bebida. Si lo has pasado bien estos días de celebración pero te has rebasado con el alcohol y los postres, seguramente estés pensando en hacer durante unos días una dieta depurativa. Si es así te recomendamos que te saltes la parte de beber agua con limón en ayunas, pues es uno de los grandes mitos nutricionales que debemos dejar de hacer. Te explicamos los motivos por los que no funcionan sus efectos.
Lo peligroso de los mitos es que son creencias muy extendidas entre la población y resulta muy complicado sacarlos del imaginario colectivo. Hay mitos de todo tipo y en todos los ámbitos, de los que por su puesto la nutrición y la salud no se escapan. Por ese motivo aún seguimos escuchando que beber una «copita» de vino a diario es sano, que la patata o la pasta no se comen en las dietas enfocadas a perder grasa o que las verduras y las frutas frescas son más saludables que las congeladas. Pues bien, a esa larga lista de falsas creencias debemos añadirle la de beber agua con limón como remedio infalible para detoxificar el organismo.
La realidad de beber agua con limón en ayunas: ni adelgaza, ni detoxifica, ni cura
Todos lo hemos escuchado alguna vez: «el agua con limón en ayunas ayuda a adelgazar y a eliminar las toxinas del organismo». Falso. Esta creencia popular es una de las más extendidas a nivel nutricional, a pesar de que ningún estudio sólido confirme que sea beneficioso para la salud. Por mucho que el limón tenga potasio y vitamina C, al igual que la naranja, unas cuantas gotas no son suficientes para extraer todas sus propiedades. Es mucho más recomendable y saciante comernos una naranja y beneficiarnos de su contenido en fibra.
Pero entonces, esta bebida ¿adelgaza? Rotundamente no. Tendríamos que beber litros y litros de agua con limón, incluida su cáscara, para favorecer la quema de grasa. Lo que si nos puede ayudar es beber agua, sin ningún añadido, ya que estimula la saciedad y desplaza a otras bebidas menos sanas como los refrescos o el alcohol.
Por otro lado, tampoco tiene efectos détox, pues los antioxidantes del limón los estamos diluyendo en agua, por lo tanto no tiene la misma efectividad. Para eliminar del organismo posibles toxinas o sustancias nocivas ya están nuestros riñones y nuestro hígado. Además, también se encargan de regular nos niveles de pH en sangre, que es otro de los beneficios que se le atribuye a esta pócima. Tampoco ayuda a combatir el estreñimiento. Lo que si contribuye a la motilidad del intestino es el agua tibia sola, sin necesidad de añadir limón.
En definitiva, no hace falta empezar el día con un mal trago, si has tenido días de excesos olvídate de las dietas «milagro» y de los trucos populares. Dedícate a comer sano y hacer ejercicio, tu cuerpo ya se encargará de eliminar el resto.