Desmontamos algunas falsas informaciones sobre esta planta que se ha popularizado tanto en las últimas décadas
Todos podemos llegar a pensar que el arte del cultivo y filosofía de los bonsáis viene por procedente de Japón, pero realmente no es así. Su perfección, traslado a Europa y, por qué no decirlo, el buen marketing que siempre ha utilizado el país nipón hacen que muchas personas crean que son sus creadores. No obstante, se trata de un arte milenario, ancestral, que proviene de China y donde existían dos escuelas, la del norte y la del sur. La primera mediante la educación del árbol con un cultivo basado en pesas y tensiones, además de podas. Y la del sur que directamente colocaba los árboles del monte en macetas y manteniendo su conservación natural.
La historia dice que los bonsáis provienen de los curanderos chinos que idearon esta fórmula para poder transportar las plantas con las que preparar sus ungüentos, brebajes y fórmulas para curar. Posteriormente, religiones como la budista los acogieron como simbología de su religión, en este caso para representar la comunión entre tierra y cielo, lo celestial con lo terrenal.
La gente adinerada, nobles y altas esperas de la sociedad oriental, hicieron que el status de los bonsáis subiera al elegirlos como decoración dentro de sus habitáculos. Con lo cual ganó en prestigio. Tener un bonsái era sinónimo de buen gusto y buena situación financiera. De ahí, que elementos cercanos a ellos volvieran también importantes, y sus recipientes y expositores pasaron a realizarse a manos de los mejores artesanos.
Los bonsáis arrastran algunos mitos no reales
En Japón creación toda la cultura de crear obras de arte sobre algo natural. La forma de crearlos y crecer nace de allí. En este país, todo lo que consideran como belleza siempre tiene una relación con la espiritualidad. La vida de un bonsái puede ser más que extensa, puede durar cientos de años.
Dentro de sus cuidados, hay que saber que para nada resultan costosos, no se requiere tener un amplio bolsillo a la hora de tener bonsáis en casa. Tampoco es complicado, no requieren de grandes conocimientos y menos de un cuidado de 24 horas pendiente de la planta. Bien es cierto que se trata de un árbol en maceta y que por tanto requiere de necesidades que el cuidador debe darle para que se muestre en su mejor expresión.
La práctica del bonsái ha crecido tanto que no es raro encontrar asociaciones en ciudades u organizaciones en torno a este árbol. Han sido muchos los famosos que ha contribuido a que la cultura del bonsái se haga aún más famosa, como método para tener una relajación, meditación y librarnos del estrés.