Desgraciadamente son muchos los accidentes que se producen en estas fechas por un uso indebido de la pirotecnia
Son muchos los productos de pirotecnia que se utilizan en estas fiestas navideñas, pero no mucha gente sabe cómo hacer un uso adecuado de ellos. Por estas causas, los accidentes por un mal uso de estos productos son cada vez más numerosos. Debemos tener la consideración de que se trata de artículos con pólvora.
Hay cuatro categorías de artículos pirotécnicos de uso recreativo. Cada uno está indicado para el manejo de una edad mínima y están entre los 12 y los 18 años. Una de las principales infracciones que se suelen cometer es la manipulación de artículos sin tener la edad y sin la intervención de un adulto. Cada artículo tiene que venir etiquetado con las normas de uso y es fundamental observar esas condiciones para poder hacer una buena práctica. Siguiendo estas instrucciones no debe haber ningún tipo de problema.
Los artículos pirotécnicos de uso recreativo más peligrosos son los denominados F3, para un uso de ellos se tiene que haber cumplido la mayoría de edad y la peligrosidad de estos artículos es media, pero si son capaces de causar lesiones graves, si no se manipulan correctamente. Son los más graves que pueden ocasionar un daño más alto. Fundamentalmente, los usuarios que no hagan un uso correcto pueden sufrir amputaciones de los dedos. También daños en diferentes partes de la cara, el globo ocular suele ser una parte que sufre bastante por la fragilidad de esa zona.
Hay que seguir las recomendaciones para el uso de la pirotecnia
La que provocan los daños es la carga en contenido neto de pólvora, cuanto más contenido más graves pueden ser las consecuencias. Desde los F1, que son las típicas bengalas que se ponen en las tartas de cumpleaños, a pesar de ser manejado por menores de 12 años de edad, sí que puedes tener un problema si acercas la cara a una distancia corta de esa llama.
Nunca debemos encender los artículos pirotécnicos desde la propia mano, siempre debemos apoyarlo sobre el suelo o sobre una base rígida. Tampoco tenemos que encender el artículo en botes de cristal o de metal, porque pueden producir metralla y proyecciones que pueden causar lesiones. Además, no tenemos que guardarlos dentro de los bolsillos o entre la ropa, porque hay productos que se activan con la fricción o el golpe, si nos caemos y llevamos un artículo sensible al golpe, puede activarse con la peligrosidad que ello conlleva.
E insistimos, tenemos que estar muy pendientes de las edades que vienen recomendadas en cada uno de los productos. Los padres deben estar muy pendientes ya no solo de la compra, sino también de la utilidad que los niños le da a cada uno de los petardos o bengalas que adquieren. La Navidad está para disfrutarla y no para lamentar daños que en muchos casos pueden ser irreversibles.
