Este snack que se ha extendido por todo el mundo. Te desvelamos los motivos de su éxito
Las cortezas de cerdo son un snack muy popular en algunos países del mundo. Y es que no resulta complicado encontrarlas en cualquier tienda de alimentación, rebuscando entre los estantes de patatas fritas de bolsa y frutos secos. Aunque es muy posible que las primeras se hayan convertido en el aperitivo más popular de todos, las cortezas de cerdo van ganando terreno en detrimento de unos frutos secos que se van quedando atrás debido a , en muchas ocasiones, un sabor muy pobre.
Las cortezas de cerdo siempre han sido muy populares dentro de la dieta mediterránea, donde es muy habitual la crianza del cerdo. Al fin y al cabo el aperitivo es básicamente tiras de piel de este animal fritas, lo que en principio podría sonar poco apetitoso. Sin embargo, todo ha cambiado cuando Estados Unidos ha descubierto que los mexicanos acostumbran a consumirlas entre horas y la moda ha terminado llegando a los estados del sur del gigante americano.
Sin embargo, es importante destacar que no por ello resultan beneficiosas para la salud. Al menos un 60% de su composición la conforman grasas saturados y un 30% corresponde a las proteínas, lo que las convierte en un alimento extremadamente energético, que demanda una considerable cantidad de ejercicio físico para poder ser quemado convenientemente.
Además de superar con creces el límite de calorías recomendado por los expertos, las cortezas de cerdo son ricas en sodio, un mineral que, si bien presenta algunos beneficios para el organismo, consumido en abundancia puede favorecer la retención de líquidos, sobre todo si no se compagina con actividad diaria. Asimismo, suelen estar elaboradas con aceites de muy mala calidad que, en muchos casos, se someten a procesos industriales para aumentar la producción, lo que hace que su valor nutricional caiga en picado.
¿Por qué entonces han triunfado en todo el planeta? Pues bien, la respuesta a esta pregunta puede hallarse en la cada vez más extendida dieta keto, también llamada cetogénica. Esta forma de alimentación busca eliminar de forma terminante los hidratos de carbono de la dieta normal, pero no renuncia a las grasas y proteínas para obtener energía.
De esta forma y al contrario que las patatas fritas, puesto que las cortezas no contienen hidratos de carbono y sí una alta cantidad de proteínas y grasas saturadas, constituyen el aperitivo perfecto para los seguidores de esta forma de alimentación. Aunque, insistimos, no porque sea popular es beneficiosa para la salud.
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