Desde hace siglos, se dice y se repite que el vino tinto mejora nuestra salud. ¿Es un mito? ¿Es una realidad? Revelamos el misterio.
El debate no es nuevo, aunque existen ahora más estudios científicos que nos acerquen a la verdad. Desde hace siglos, se suele decir que el vino tinto mejora nuestra salud. ¿Es realmente un mito? ¿Es una realidad indiscutible? El vino es, después del agua, claro está, la bebida más popular y se consume desde hace milenios, apareciendo en libros como la Biblia, ni más, ni menos, con Jesucristo como protagonista.
También es bastante común que los propios médicos afirmen que un vaso de vino por día, bebiendo con moderación, no perjudica a las personas. Ahora bien: está bien que no perjudique, pero ¿termina beneficiando en algo? En este artículo, apelamos a estudios científicos para quitarnos algunas dudas históricas.
La importancia de un vaso de vino en nuestros cuerpos
Más allá de recomendaciones médicas o presentimientos individuales, buscamos a los científicos para que confirmen o desmientan los beneficios del vino tino en el cuerpo humano. ¿Qué encontramos? La respuesta es positiva, que no es un mito, que el vino tinto, efectivamente, mejora nuestra salud, siempre que se beba con moderación, lógicamente.
¿Por qué nos mejora? Según la Clínica Mayo, en un informe que publica el sitio web Infobae, la combinación de alcohol y de algunos compuestos presentes en el vino tinto, tales como el resveratrol y los flavonoides, ayudarían a prevenir enfermedades cardiovasculares, debido a que aumentan los niveles de lipoproteína de alta densidad. ¿Qué significa esto? Si lo pasamos en limpio, con estos niveles terminamos peleando contra la acumulación de colesterol.
Por otra parte, según un estudio que se publicó en la revista científica denominada Circulation, que pertenece a la Asociación Americana del Corazón, el vino tinto presenta también antioxidantes que pueden servir para proteger los vasos sanguíneos y, de algún modo, prevenir la formación de coágulos.
La misma revista, a su vez, hace hincapié en el consumo moderado y advierte que sería no más de una copa al día para las mujeres y no más de dos copas para los varones.
Por último, como otro gran beneficio comprobado, según remarca la revista Nutrition Reviews, el vino tinto ayuda a tener un buen control del azúcar en sangre, mejorando el control de la glucosa en individuos con diabetes tipo 2. Y se está estudiando además cómo el consumo moderado ayuda para tener una disminución en la incidencia del Alzheimer y de todo lo relacionado con la salud del cerebro.
