No descalzarnos al llegar a casa puede tener serias consecuencias para la higiene del hogar y por ende a nuestra salud.
La higiene y limpieza de nuestro hogar son fundamentales para una correcta convivencia. No solo es importante que esté limpia la cocina, sino todas las estancias de la casa en las que hacemos vida habitualmente, empezando por el suelo. Un suelo limpio evita la acumulación de gérmenes y la propagación de enfermedades. Pero de nada sirve dejarlo completamente desinfectado si al llegar lo pisamos con los zapatos de calle. Por eso los expertos recomiendan descalzarse antes de entrar en casa, y no solo por una cuestión de limpieza, sino también de salud.
En numerosos países asiáticos y del Medio Oriente no está permitida la entrada al hogar con los zapatos de calle por cuestiones religiosas. Mientras que en Europa algunos lugares como Filandia o Suecia también tienen muy arraigada esta costumbre, por motivos de comodidad. No obstante, este hábito de vida debería extenderse a muchos más lugares del mundo y no por motivos religiosos o de comodidad, sino por motivos importantes de salud, como es evitar determinadas infecciones o enfermedades.
Sabías que cada par de zapatos, lleva adheridas a la suela más de 420.000 bacterias de media, 400 veces más que el asiento de un inodoro. Y es que al estar en constante contacto con heces de animales, hongos y microorganismos, muchas bacterias crecen en esta parte de nuestro calzado. Así lo reflejó en 2008 el estudio del Dr. Charles Gerba, microbiólogo y profesor de la Universidad de Arizona. Gerba analizó la suela de los zapatos de más de 89 personas, tras 15 días en los que habían caminado diferentes trayectos por la ciudad. Los resultados fueron 400 veces más unidades formadoras de colonias en la suela de un zapato que en la taza de un váter.
En otra fase del estudio se pudo comprobar que de esos datos alarmantes, y en el 90% de los casos, se quedaba un número considerable de microorganismos en las baldosas o tarimas de casa. Pasando del suelo de la calle al suelo de nuestro propio hogar. Tal y como hemos mencionado antes la limpieza del suelo de una casa es fundamental para evitar determinadas enfermedades, tanto en humanos como en mascotas. Pues si apoyamos las manos, si se nos cae alguna prenda o alimento para luego cogerlo, podríamos infectarnos de cualquiera de esas formadoras de colonias.
Por supuesto si tenemos niños pequeños el riesgo es aún mayor para su salud, pues ellos están en constante contacto con baldosas o tarimas. Los niños juegan, gatean y se tumban en el suelo, por ello las medidas de higiene tienen que ser mucho más estrictas con ellos. Ya que dichas bacterias pueden causar infecciones intestinales como vómitos y diarreas, infecciones del tracto urinario, conjuntivitis o neumonías, entre otros.
Por otro lado, desinfectar las suelas con agua y detergente es bastante efectivo a la hora de eliminar esos microorganismo que se encuentra en ellas. Algunos estudios reflejan hasta un 99% de efectividad. Sin embargo esta práctica no es un método que podamos incorporar a nuestro día a día, por eso es mucho más cómodo recurrir a unas zapatillas de estar por casa. De esta forma estarás cómodo y seguro a la vez.
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