La cena de Navidad más popular del mundo es copiosa y muy extendida, pro no por ello menos saludable. Te contamos los beneficios en tu salud
Cuando pensamos en una cena de Navidad copiosa, seguramente lo primero que nos venga a la cabeza sea ese espectacular asado americano consistente en un pavo relleno por el día de Acción de Gracias. Y no es para menos. Desde que esta comida se popularizó gracias a la influencia de Estados Unidos en la cultura occidental, son muchas las familias europeas que han incorporado la vetusta tradición del otro lado del charco a sus cenas de Navidad.
Y es que el pavo no es solo un alimento seccionado en lonchas y pensado para elaborar desayunos ligeros y sándwiches para tomar a la hora de la merienda. Al contrario, es uno de los productos mejor valorados en la industria del fitness y por los expertos en nutrición por su versatilidad a la hora de ser incluido en toda clase de dietas. Estos son los beneficios que el pavo tiene en tu salud.
En primer lugar, hay que destacar su escaso nivel de grasa. Esta falta de grasa repercute positivamente sobre el aparato circulatorio. La escasez de grasa reduce los niveles de colesterol LDL o «malo» del torrente sanguíneo, disminuyendo a su vez la presión arterial y favoreciendo al ensanchamiento de los vasos sanguíneos, por lo que se evita el riesgo de padecer insuficiencias cardíacas, infartos de miocardio, taquicardias o arteriosclerosis. Además, la carne del pavo es rica en agua al igual que muchas frutas, por lo que puede ser una buena forma de mantenerse hidratado si se complementa con la regla de los ocho vasos de agua al día. A pesar de ello, es conveniente no ingerirlo demasiado rápido pues puede generar sequedad en muchos casos.
Los niños y los mayores
El pavo es muy apropiado para alimentar a niños y mayores por su fácil digestión. Su textura blanda no requiere que las mandíbulas realicen mucho esfuerzo a la hora de masticar, por lo que es una buena opción para aquellas que aún no tienen los músculos bucales suficientemente desarrollados.
Además, aunque no contiene fibra, el pavo genera en el cuerpo una sensación de saciedad intensa, por lo que una buena dosis incita a dejar de comer. Esto hace que sea idóneo para incluirlo en dietas de pérdida de peso y de quema de grasa corporal.