Es normal que en días con tantas comidas acaben sobrando grandes cantidades de comida que luego no sabemos qué hacer con ellas
Las fiestas navideñas, están marcadas por la abundancia de comida que nos acompañan durante estos días, a menudo muchas de estas sobras, lamentablemente, terminan desechadas en la basura tras dar vueltas en nuestras cocinas. A pesar de que muchas familias optan por distribuir estas sobras entre sus miembros, aún queda una considerable cantidad de alimentos sin consumir. Ante esta situación, es esencial explorar diversas opciones para aprovechar al máximo la comida navideña sobrante.
En primer lugar, resulta crucial organizar meticulosamente todas las sobras y congelar aquellos alimentos que no se planea consumir en un corto plazo. Esta práctica evita el deterioro de la comida y permite una mayor organización de los recursos, facilitando que de esa forma sea mucho más sencillo de aprovechar. Pues nos da tiempo a saber como utilizarlo y además evitaremos que la comida se ponga mala.
Formas de aprovechar la comida navideña
Cuando se trata de reutilizar la comida, la clave radica en hacerlo de manera saludable. Aprovechar las comidas preparadas en las fiestas navideñas para crear platos más saludables se puede volver en nuestra mejor opción para recuperar la normalidad de nuestro día a día. Por ejemplo, si dispones de pescado o marisco, puedes utilizarlos para preparar guisos sabrosos o incluso albóndigas de merluza que añadan variedad y sabor a tu menú postnavideño.
Las carnes, son otro componente frecuente en las celebraciones, este tipo de ingrediente nos ofrece múltiples posibilidades a la hora de aprovecharlas. Desde utilizarlas para confeccionar una deliciosa lasaña hasta crear ensaladas o sándwiches irresistibles, las opciones son abundantes. La versatilidad de las carnes permite reinventarlas en platos que cautiven el paladar y rompan con la monotonía de los platillos navideños.
Estas sugerencias son solo el punto de partida para volver a la normalidad de las comidas después de las festividades. Además de las mencionadas, existen numerosas opciones para aprovechar embutidos, canapés, e incluso mariscos como gambas o langostinos que hayan quedado en la despensa.
Al utilizar estas opciones como congelar las sobras o elaborar nuevos platos, podremos reducir el desperdicio de los alimentos y transformar las sobras en deliciosos platos. Aprovechar la comida navideña de esta manera no solo contribuye a la sostenibilidad, sino que también añade variedad y emoción a las comidas cotidianas, permitiendo que el espíritu navideño perdure más allá de las celebraciones formales.
