La Asociación Dietética Británica establece que tener unos kilos de más puede ser beneficioso para la salud de los ancianos.
Una investigación de la Asociación Dietética Británica puede dar una giro a la opinión que se tiene sobre la obesidad en las personas mayores. Si hasta ahora se seguía el Índice de Masa Corporal (IMC), para establecer si una persona sufre de sobrepeso y por ello si está sana o no, en adelante esto podría dejar de ser en el caso de los ancianos ya que la asociación del Reino Unido considera que tener unos kilos de más puede ser beneficioso para los individuos de avanzada edad.
El reciente estudio llevado a cabo por la Asociación Dietética Británica considera que a diferencia de lo que pasa en las personas jóvenes, los hombres y mujeres de entre 70 y 80 años que sufren un ligero sobrepeso tienen un riesgo mayor de muerte. Un hecho que se conoce como la ‘paradoja de la obesidad’. Una teoría que sostiene que el sobrepeso puede vincularse con una mayor supervivencia en ciertos grupos de edad.
Si se considera que tener entre 28 y 30 en el índice de masa corporal como obesidad de grado 1 en individuos jóvenes, este mismo índice se considera normal en personas mayores. De hecho, hay expertos que consideran que el IMC no puede considerarse como un único indicador aislado de otras variables, como la masa muscular. Un elemento muy importante en las personas mayores. Y es que, en los ancianos, cuando se pierde peso, por lo general se pierde masa muscular y con ello, en muchas ocasiones, autonomía y salud.
La pérdida de peso, contraproducente en ancianos
Así las cosas, guiarse únicamente por el IMC y establecer que los ancianos deben de perder peso en función de su IMC es un error para muchos expertos que consideran que el sobrepeso no tiene porque ser negativo, si no que hay que fijarse en otros factores como el tipo de vida o la alimentación.
Así lo consideran en un estudio publicado en la revista Nutrients, donde se relacionaba también la mejor supervivencia de las personas mayores con el sobrepeso u obesidad. De hecho, sus autores consideran que, en los mayores, un IMC alto también podría reflejar un mejor estado nutricional y reservas musculares adecuadas.
En ese sentido otros especialistas recomiendan no fijar una dieta restrictiva en busca de una pérdida de peso, sino que se debe buscar la funcionalidad del individuo y su bienestar a través del ejercicio físico.