Los huevos son un alimento básico en muchas dietas. Pero al manipularlos y cocinarlo cometemos errores que pueden perjudicar nuestra salud.
No hay duda de que los huevos son un alimento básico en la dieta de la mayoría de occidentales. Sus múltiples propiedades y su versatilidad culinaria lo convierten en un producto estrella. Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos del planeta y una gran fuente de proteína animal. Consumirlos puede ayudarnos a mejorar la salud ósea, aumentar la masa muscular y perder peso, pues es muy saciante y apenas tiene grasas.
Sin embargo, y a pesar de que podemos encontrarlos en la mayoría de cocinas y hogares, a veces cometemos errores en su manipulación y cocinado. En muchos casos podríamos estar desperdiciando gran parte de este producto y además poner en riesgo nuestra salud. Recordemos que a pesar de ser un alimento muy nutritivo y saciante, el huevo contiene bacterias muy perjudiciales para nuestro cuerpo como es la salmonella. Por eso hay que tener especial cuidado al trabajar con él y no cometer estos errores muy comunes que hoy te explicamos.
Uno de los errores más extendidos e incluso normalizados es el de colocar los huevos en la puerta del frigorífico. Aunque lo mas recomendable es guardarlo en un lugar fresco las puertas no son el mejor sitio para ponerlos. Estos alimentos son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura. Lo más aconsejable es colocarlos en una de las baldas del superiores de la nevera y al fondo, para evitar los contrastes de frío y calor al abrir y cerrar.
Otro fallo muy común es lavarlos antes de cocinarlos. El huevo es un alimento de origen animal y como tal puede estar manchado de tierra, plumos u otras sustancias. Pero lavarlo con agua no es la mejor opción ya que la cascara es muy fina y porosa y al entrar en contacto con el líquido corremos el riesgo de que la suciedad y las bacterias penetren en la yema y la clara.
No prestar atención a lo sellos de trazabilidad que las empresas productoras están obligadas a poner. Estos sellos identifican el origen, la fecha de producción y de consumo preferente, lo que nos ayuda a saber si son frescos o no.
También solemos cometer el error de no comprobar si los huevos son frescos, especialmente a la hora de cocinarlos. El huevo es un alimento que suele pasar mucho tiempo en nuestra nevera, por eso antes de cocinarlo es importante comprobar si aún podemos consumirlo. Para identificarlo podemos valernos del truco del vaso con agua, si al sumergir el huevo en un recipiente cerrado flota es que debemos tirarlo.
Por último, un fallo que cometemos al cocinarlo y que hace que se desperdicie mucho producto es hervirlo varias veces. Cuando la clara entra en contacto con el calor se solidifica y tiende a quedarse pegada en las paredes interiores. Cocinarlo más de una vez hace que aún se pegue más, además la yema queda demasiado seca.
A pesar de ser muy consumidas en Semana Santa, siempre es un buen momento para…
Si eres de comprar muchas latas de atún y no te quieres repetir en las…
Elaborar los famosos merenguitos es bastante sencillo y se puede hacer con apenas tres ingredientes.…
Acompaña el solomillo con una deliciosa salsa que hará de este el plato estrella en…
Entramos en época de alergias y los estornudos aumentan, por lo que hay que extremar…
Los gases pueden llegar a crear una gran incomodidad, pero estos tienen una sencilla solución …