La hidroxicloroquina se utilizó durante la pandemia a pesar de que no existían pruebas consistentes de sus beneficios médicos.
Durante la primera oleada de la pandemia de Covid-19, miles de pacientes fueron tratados con hidroxicloroquina, un medicamento que podría estar detrás de la muerte prematura de miles de personas en toda Europa.
La ferocidad con la que la primera ola de la pandemia azotó muchos lugares de Europa y el desconocimiento que había sobre el virus llevó a los médicos a enfrentarse a algo que les era totalmente desconocido. De hecho, durante los primeros meses, muchos profesionales de la medicina seguían las pautas que les marcaban a pesar de que aún no había evidencias de que los tratamientos funcionaran y, sobre todo, que no tuvieran efectos secundarios en las personas.
Eso es lo que parece haber sucedido con la hidroxicloroquina. Un medicamento que se prescribió prescribió a miles de pacientes enfermos de Covid-19, a pesar de que no había pruebas suficientes sobre sus beneficios. Así lo indican en el estudio que publica la revista Biomedicine & Pharmacotherapy en el que un grupo de investigadores señala que este medicamento podría haber causado cerca de 17.000 muertes prematuras en los países analizados, de las que más de 2.000 corresponderían a España.
La investigación realizada por los científicos franceses sobre ese tratamiento en Bélgica, Francia, España, Italia, Estados Unidos y Turquía desvela que se los médicos recomendaron el uso de dicho fármaco «de forma no autorizada ya que no existían pruebas que respaldaran sus beneficios clínicos», según dicen los autores del informe.
Cerca de 90.000 personas recibieron ese fármaco en España
Uno de los objetivos de los autores ha sido conocer cuántas personas recibieron dicho tratamiento en cada país analizado para, a partir de los datos, estimar cuántas personas pudieron morir prematuramente como consecuencia de ello.
Así las cosas, en España se administró el fármaco a 87.437 pacientes de los cuáles 1.895 habrían fallecido a causa de ello. El cálculo, eso sí, tiene una variación que va desde 1.475 hasta 2.094 posibles fallecidos.
En otros países la incidencia de la mortalidad varía. Por ejemplo en Bélgica se suministró a más de 10.000 personas, de la cuáles 240 habrían fallecido por ello. En Italia lo recibieron 72.635 pacientes de los que habrían perecido 1.822. En Francia el número sería de 15.600 individuos afectados de los que habrían muerto 199. Por su parte, en Estados Unidos lo recibieron 551.471 enfermos de los que podrían haber muerto como consecuencia 12.739. Por último, en Turquía se usó en 15.656 casos, de los que murieron 95.
Sea como fuere, en su investigación los autores ponen de relieve lo peligroso y contraproducente que puede llegar a ser el uso de fármacos cuyo nivel de evidencia es bajo.