Estamos en un momento en el que cuidamos cada detalle de nuestra vida para tener una salud duradera, y la alimentación es esencial
El cáncer es una de las enfermedades que más vida se cobra y son muchas las investigaciones que se realizan desde diferentes centros y organismos para dar con su cura. En este sentido, llevar una vida ordenada favorece que se pueda reproducir en nuestro organismo. Es más, completar una dieta equilibrada es una de las razones que hacen que pueda erradicar su aparición casi en un 50%. Es evidente que quitarnos vicios también ayuda considerablemente. Eliminar los cigarros o el exceso de copas y cambiarlos por actividades deportivas son puntos a nuestro favor.
Pero igualmente tenemos que ir desterrando de nuestro imaginario las noticias fake que van apareciendo sobre esta enfermedad. Tenemos que ser equilibrados en cuanto a las informaciones que nos van abordando ya que no todas corresponden a la realidad de esta enfermedad. En este caso, el pan quemado y su posible vinculación al cáncer es una de estas cuestiones.
A todos los profesionales de la sanidad lo que les pone alerta es la acrilamida. Se trata de la aparición de una sustancia que contienen algunos alimentos y que se produce tras su tratamiento en la cocina, y que le otorga el dorado del tostado. El lado negativo es que la International Agency for Research on Cancer (IACR), establece que la sustancia que se deriva de esta operación se encuentra dentro del estamento 2A, estos son materias que tiene un alto grado de ser carcinogénicos.
El pan quemado y su mito
No se trata que sea cancerígena, sino que esta agencia establece que la acrilamida tiene un vínculo con el cáncer. Dentro de las particularidades que deben tener los productos que entren dentro de este sector, tienen que encontrarse alto contenido de azúcares reductores, igualmente deben contener aminoácidos y deben ser objeto de una preparación a alta temperatura.
Aun no se ha encontrado muestras que indiquen que la acrilamida derive en cáncer para las personas, sino que también las cifras de consumo deben ser muy elevadas. En animales sí se conoce que es cancerígena.
En este sentido hay una seria discusión sobre si el quemado de la tostada puede ocasionar en un futuro la aparición de cáncer. Hay entidades como la European Food Safety Authority (EFSA) que ya por el año 2015 mostró la tener cierta inquietud por la elevada acrilamida que la sociedad viene consumiendo. Por el contrario, el UK Cancer Resarch tiene la impresión de que no se puede certificar aún que una tostada pueda derivar en cáncer.