¿Magia? Un pueblo de 421 habitantes enamora con sus platos

Parece una historia de un cuento. Un pueblo español, de apenas 421 habitantes, es uno de los sitios donde mejor se come en el país.

Podría ser un cuento de Julio Cortázar, de Jorge Luis Borges o de Camilo José Cela. Podría ser una ficción que sea candidata al Oscar, quedándose con varias estatuillas. Podría ser el sueño de un soñador que nunca despierta para llevar a cabo su fantasía. Podría ser tantas cosas que decidió ser una realidad. ¿De qué estamos hablando? Existe en España un pequeño pueblo de apenas 421 habitantes que se convirtió en unos de los sitios más importantes para comer dentro del país. Una locura. Un gran guiño de la gastronomía. Una prueba de que lo bueno viene en frasco chico, como dice el popular dicho.

Esta pequeña localidad, casi desconocida para gran parte de la población, se llama Villaverde de Pontones. Resulta que en este pueblo muy encantador se encuentra uno de los 15 restaurantes con tres estrellas Michelin de España. Increíble, ¿verdad? Pero aquí no termina esta historia de cuento. Es que, encima, este restaurante está dentro de una casona que es un palacio del siglo XVIII. Pasado, presente y futuro, juntos para disfrutar de la vida. ¿Vieron por qué decíamos que estábamos hablando de un cuento hermoso? El restaurante se llama Cenador de Amós. Ya lo pueden anotar para visitar.

El restaurante y el pueblo, unidos para una fantasía única en España

Villaverde de Pontones es una localidad muy pequeña que pertenece al municipio de Ribamontán al Monte, ubicado en Cantabria. Tiene apenas 421 habitantes. Es probable que, por mes, el restaurante más famoso del pueblo reciba a más personas de las que viven en este lugar.

Esta localidad se encuentra a tres kilómetros de la capital municipal, Hoz de Anero. Y está rodeada de un paisaje natural muy atractivo, ideal para tomarse unos días y dejar atrás el estrés que generan las grandes ciudades. El paisaje está rodeado por praderas y cuenta con el río Pontones. La zona, básicamente, se dedica a la actividad agrícola y ganadera.

Y, claro está, el pueblo vive también de su famoso y querido restaurante, por supuesto. Este es un proyecto del chef profesional Jesús Sánchez, quien supo ganar otros premios nacionales e internacionales en el mundo de la alta cocina.

En 1993, el propio Sánchez y su mujer, Marián Martínez, decidieron convertir el palacio en un lugar de referencia para la gastronomía y para comer rico. El sueño se cumplió. Y vaya si se cumplió con tres estrellas Michelin que sobresalen como bandera.

El dato: uno de los platos más destacados del lugar es la famosa “merluza marea negra”.