Los pestiños andaluces forman parte de nuestra tradición que ya cuenta con siglos de historia. Te enseñamos a prepararlos de forma sencilla.
¿Quién no ha probado alguna vez los famosos pestiños andaluces? Forman parte de nuestra cultura. Es una tradición que ya cuenta con siglos de historia. En algunos hogares familiares, es imposible que falten en la mesa, sobre todo en época navideña o en Semana Santa. Esta delicia dulce con forma de pañuelo se elaboraban ya en la antigua Roma. Claro que las formas de prepararlos fueron cambiando un poco.
En este artículo, te enseñaremos cómo hacerlos en tu casa de manera sencilla, sin complicarte demasiado y de una forma bastante económica. Eso sí, avisamos por las dudas: una vez que aprendas, puede ser que te vuelvas adicto y los quieras preparar seguido.
La receta para preparar unos ricos pestiños andaluces
El tiempo aproximado que necesitarás para elaborar unos ricos pestiños andaluces es una hora. En esta receta, nosotros calculamos raciones para seis personas porque, como dice el dicho popular, mejor que sobre y que no falte. Los ingredientes que necesitaremos para cocinar son los siguientes: 250 gramos de harina de trigo, 70 mililitros de vino de Jerez, piel de naranja, piel de limón, una rama de canela, una cucharada de semillas de matalauva, aceite de oliva virgen para la masa, aceite de oliva común para freír, sal, canela en polvo y azúcar blanco.
El primer paso de esta receta consiste en freír la piel de naranja, la de limón y la rama de canela. No te asustes, todo saldrá bien. Luego de dos minutos sumamos la matalauva, todo junto cocinándose.
El segundo paso es coger un bol y mezclar ahí la harina, el vino y el aceite que tenemos aromatizado. Sumamos un poco de sal y buscamos formar una masa, removiendo bien todo.
El tercer paso es formar una bola con la masa y dejarla reposar durante aproximadamente media hora. Recomendamos taparla con un trapo. El cuarto paso es estirar esa misma masa con un rodillo, intentando dejarla bien fina, lo más fina posible. Aquí empieza la magia, ya que debemos comenzar a realizar los famosos pestiños. Es simple: se cortan cuadrados de unos cinco centímetros, doblamos dos esquinas opuestas hasta el centro y las pegamos con gotas de agua. Que queden bien pegados, así no se despegan cuando pasen a freírse.
El cuarto paso es freír los pestiños con el aceite que tenemos aromatizado. Se deben freír hasta quedar dorados. Luego, se quitan de la sartén, se ponen en un papel absorbente y se bañan con azúcar y canela.