Las películas de terror pueden tener algunos efectos que benefician al funcionamiento de nuestro cerebro, pero tampoco hay que abusar
Existen diferentes perspectivas y enfoques a la hora de afrontar una película de miedo. Hay personas que tienen un autentico pánico a este género, y descartan visitar las salas de cines para proceder a su visionado. Directamente reflejan que no las toleras y que no quieren que su disfrute u ocio sea atravesando un mal rato.
Por el contrario, hay muchos amantes de las películas de terror. Auténticos adictos a la adrenalina que levanta pasar miedo y que su menor momento es estar delante de una pantalla esperando esa situación que genere el respingo de la butaca o sofá, que las palomitas vuelen por los aires y que después salga la sonrisa en su rosto aliviado por saber que solo se trata de una película.
Y es que desconocemos una faceta importante del miedo, siempre que este no genere ningún peligro hacia la persona. Resulta que el terror puede ser bueno para la salud mental. Este tipo de situaciones hacen que nuestro estado mental esté en alerta, activando también al organismo, por lo que se llena todo de adrenalina. Esta activación en general es beneficiosa para el cuerpo.
Las pelis de miedo pueden ser buenas para tu salud mental
Aunque no se crea, ver situaciones en la que los pasas mal puede ser un entrenamiento perfecto para tu día a día, para afrontar problema que no nos gustan pero que tenemos que pasar por ellos tanto en lo personal como en lo laboral. Digamos que de alguna manera es un entrenamiento invisible. Según algunas investigaciones, aquellas personas que acumulan mayor cantidad de visionado de películas de estas características tienen más alto grado de resiliencia.
Un trabajo publicado en Journal of Media Psuchology indica que aquellas personas que pueden soportar una situación de terror sin voltear la cara o cerrar los ojos han llegado a superar sus miedos. Este aprendizaje se lleva finalmente a la vida real.
Por el contrario, no hay ninguna investigación que haga ver que el visionado de pelis de miedo tenga efectos contraproducentes en el organismo o en nuestra salud mental. Aunque bien es verdad, que en ese momento puede generar a que desarrolles una ansiedad que antes no habías tenido o padecido, fruto de lo que trasmite este tiempo de secuencias. Igualmente, las pesadillas por la noche pueden ser una constante que se repita durante algunos días después de haber visto una escena que nos produzca un determinado miedo. Un estudio mostrado en Journal of Youth ando Adolescent indica que pierdes sensibilidad a la hora de ver otras cuestiones de la vida real, y que no es bueno una exposición continua a ellas.