Sabemos que las cajas de plástico nos sacan de más de un apuro en múltiples ocasiones, pero no todo puede guardarse en ellas.
Cada vez encontramos cajas y tápers de plástico más bonitos y modernos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con lo que metemos dentro porque puede estropearse o ponerse malo. El principal problema es que retienen la humedad y absorben todo tipo de olores, por eso no son nada recomendables para determinados productos o alimentos.
Hoy vamos a daros las claves para saber qué no debe ir nunca en un envase de plástico. Toma nota a continuación de todos ellos para no volver a cometer ese fatídico error.
Qué no debemos guardar en envases de plástico
Como hemos dicho anteriormente, guardar cierto tipo de alimentos u objetos en tápers no es recomendable, porque el plástico no deja que transpire, hay mayor humedad y los olores son mayores. Por ejemplo, existe cierto tipo de prenda que no conviene almacenar en cajas de plástico, como aquellas confeccionadas con tejidos delicados y fibras naturales, es decir, ropa que esté hecha con seda, encaje, cachemir o lana. Al ser materiales tan delicados, pueden estropearse con mayor facilidad. De hecho, como recogen más humedad, lo ideal es que se almacenen en lugares transpirables.
Asimismo, las prendas que estén hechas de cuero tampoco deben guardarse en cajas de plástico porque la humedad que se genera dentro podría dañar el bolso, el zapato, el cinturón o cualquier pieza de ropa de este material. En este caso, lo recomendable es que se guarden en bolsas antipolvo.
Por otro lado, las fotos o documentos que sean importantes no tienen que almacenarse, durante demasiado tiempo, en cajas de plástico porque pueden deteriorarse. Lo mejor es que guardes una copia digital en tu teléfono, ordenador o USB. Lo mismo ocurre con los dispositivos electrónicos, los cuales, no deben meterse en ningún lugar cerrado con plástico porque, al generarse mayores niveles de humedad, podrían deteriorarse.
Con la comida sucede igual. No todos los alimentos pueden conservarse en los famosos tápers. En el caso de la fruta y las verduras, si se guardan en este tipo de lugares, podrían ablandarse y perder todas sus propiedades. Pasa lo mismo con los lácteos, que, si se conservan en plásticos, aumenta el riesgo de proliferación de bacterias por el cambio de temperatura. De igual manera, las salsas que hacemos para acompañar determinadas recetas no deben almacenarse tampoco en tápers, puesto que pueden cambiar de sabor, echando a perder el plato. Y uno de los alimentos que más en peligro puede poner nuestra salud si lo metemos en envases de plástico es el huevo, en cualquiera de sus variantes, porque favorece la aparición de Salmonella, una bacteria causante de graves trastornos estomacales. Así pues, recuerda no guardar estos alimentos y objetos en cajas de plástico para evitar disgustos.