Son muchas las personas que no se sienten realizadas con su trabajo pero que no se atreven a cambiar a otro que le dé más satisfacciones
Quizás las personas no son conscientes del tiempo que se llevan trabajando. Si lo hicieran seguro que se echarían las manos a la cabeza al ver las horas que se le dedica al cabo del año y lo que dura nuestra vida laboral. Algo a lo que le dedicas tanto tiempo no puede ser una actividad que te suponga un malestar continuo. Una cuestión que haga que te sientas de malhumor al que acudas con desgana.
Debe ser algo pasional o que al menos simplemente nos guste porque eso repercutirá directamente en el estado de ánimo que tengamos, en nuestra salud mental, y nos puede llevar a tener un problema importante que se transforme en continuos episodios de ansiedad y estrés que nos arrastren a una depresión.
Incluso en el trabajo soñado seguro que te encontrarás algunas situaciones que no te gusten y que tengas que resolver. Un momento tenso y de gran agitación. Por lo que si es una actividad que no te agrada, todo eso se multiplicará por dos o por tres.
No ser feliz en el trabajo viene provocado por farios factores
Son algunos los síntomas que puedes detectar cuando no estás contento con tu trabajo y que poco a poco lo notas como por ejemplo no querer levantarte de la cama. No confundas conceptos, madrugar no gusta absolutamente a nadie pero la forma que afrontas la llamada del despertador es diferente cuando te gusta tu trabajo a cuando no. Si esta sensación se convierte en habitual, es un claro síntoma de que la causa puede ser tu trabajo.
Estar falto de motivación y energía es otro factor que puede indicar que el trabajo que estás realizando no es el que desea, no eres feliz. Puede que haya otros trabajos que sean más duros pero que te generen un plus, mientras que el que estás haciendo te va descargando poco a poco.
Aquí también suma mucho los tipos de personas con las que tienes que convivir en el trabajo. Los compañeros pueden ser la causa por la que le estás cogiendo desagrado a ocupar tu puesto. Al igual que también lo puede ser la relación que mantengas con tu jefe, e incluso las formas de actuar de la empresa. No sentirse identificado en un lugar supone rechazo hasta a él.
Por último, tener un trabajo que no es el nuestro puede acarrear alteraciones en nuestra salud. El mercado laboral tiene unas complicadas situaciones en muchos casos pero tenemos que ser consciente de que sin salud no podemos trabajar. Toca tomar decisiones, aunque sean, a priori, difíciles.