Los problemas en las rodillas vienen provocados por la falta de tono muscular de las piernas, por lo que debes fortalecerlas
La rodilla es una de las articulaciones más importante de nuestro cuerpo y la que más se resiente a lo largo de los años y el desgaste que va sufriendo. Independientemente de los efecto que produce el avanzar en la edad, factores como las subida de peso o la falta de ejercicio contribuyen a que las dolencias en esta articulación vayan aumentando.
Tenemos que tener claro que dolores en la rodilla vamos a sufrir, pero podemos llevarlos de una forma más llevadera realizando algunos ejercicios indicados para ellas. Ya no es solo que la práctica de alguna actividad física sea recomendada para nuestro organismo, es que estamos hablando de una afección directa a la que podemos poner solución.
Artrosis y problemas en los meniscos son las dolencias más populares en esta articulación, donde en muchas ocasiones tenemos que pasar por el quirófano para ponerle solución a esta última, produciéndose la reconstrucción de alguno de ellos. Incluso si tenemos entre nuestros familiares algún síntoma de artritis es posible que nosotros lo vayamos a padecer.
Los dolores de rodilla pueden aliviarse con una rutina de ejercicios
El cartílago es otra de las partes de la rodilla que nos suele dar problemas. El ejercicio físico sirve para que vaya teniendo movilidad y los problemas no se produzcan ante la acuciante amenaza que supone el envejecimiento y la oxidación. Esto permitirá que los cartílagos no se inflamen.
El sostén de los huesos son los músculos, y los de las rodillas tienen diferentes fuentes donde beben, desde cuádriceps e isquiotibiales, hasta los glúteos. Todos ayudan a tener unas rodillas fuertes y sanas.
Debemos llevar una buena rutina de ejercicios para prevenir dolencias. Los problemas de rodilla suelen aparecer en torno a los 40 años de edad. Son muchas las personas que hasta ese momento han realizado deporte y pueden llevar una rutina adecuada en el gym, otras no, pero existen ejercicios adaptados a todas las edades y momentos para que los dolores sean menores.
Las sentadillas es el ejercicio estrella para iniciar una buena rutina. Para ello solo tienes que contar con un punto de apoyo, si no puedes hacerlas sola, que por lo general puede ser una silla o mesa. El peso siempre tiene que recaer en los talones cuando hagas la flexión.
Esa misma silla o mesa la puedes usar para elevar el pie hasta los glúteos. Cuando llegues a ellos puedes aguantar unos segundos y será otro buen ejercicio para activar los isquiotibiales que son el sostén de los ligamentos cruzados.
Para el último ejercicios solo tienes que abrir las piernas medio metro y flexionarlas. En esta situación, bajando más o menos en la medida que puedas aguantar, realiza pasos laterales. Este ejercicio trabajará todas las partes del cuádriceps y ayudará a potenciar tus glúteos.