Las especies son un producto de carácter exótico y muy poco habitual en nuestra alimentación. Te contamos lo que te estás perdiendo
Las especias suelen ser un condimento muy poco común en nuestra dieta. Su origen exótico y su elevado precio en algunos supermercados hacen que no sean la primera idea que acuda a nuestra cabeza cuando pensamos en los platos que vamos a preparar en la comida del día. Sin embargo, las especias son uno de los productos más versátiles del mundo culinaria, capaces de aderezar platos saladas y de dotar de un sabor único a los postres más dulces.
Por eso, desde dieta.com te instamos a consumirlas con moderación, pero a comenzar a barajar la posibilidad de incluirlas en tu dieta. A continuación te presentamos algunas de las especias más típicas. Haz un hueco en tu bolsillo y reserva parte de tu presupuesto culinario para adquirir algunas de ellas.
La primera y más codiciada es el azafrán, conocida por su inconfundible pigmento amarillo y por requerir de unos carísimos procesos de tratamiento y elaboración antes de su lanzamiento al mercado y posterior venta. No en vano se le ha bautizado como el «oro rojo». Esta especia facilita la digestión al igual que la fibra, acabando con algunas afecciones estomacales y cuidando de la flora intestinal para que no tengamos problemas a la hora de ir al baño.
Una de las más habituales es el clavo, una especia procedente de lugares muy lejanos. Aun así es conveniente consumirla con precaución por su ligero regusto picante que puede causar irritación de garganta y otras dolencias asociadas al sistema vocal. Es muy apropiada para aderezar frutas o naranjas confitadas, por lo que puede ser una buena opción para sorprender a los tuyos en una comida especial como un cumpleaños o un aniversario.
Canela y cúrcuma
Una de las especias que mejor complementan un postres es la canela, ideal para ser espolvoreada en natillas y en un sinfín de dulces. Además, son un antiséptico natural que evita la propagación de microorganismos infecciosos y previene la halitosis.
Finalmente, la cúrcuma es una de las especias más valoradas en el mundo asiático por su regusto picante y su carácter antiinflamatorio de forma natural que alivia el dolor corporal en determinadas zonas. Puede añadirse a platos salados como el pollo o incluso la pasta y también preparase junto a una leche de almendras para un sabor único.