¿Te imaginas preparar un morteruelo en tu casa? Te dejamos aquí la receta para elaborar este paté característico de la gastronomía manchega.
Si pensamos en la gastronomía de Castilla-La Mancha, es casi imposible no mencionar al famoso morteruelo, tan popular de la cocina de manchega, tan sabroso para disfrutar porque combina con decenas de alimentos posibles. El morteruelo nunca sobra en la mesa y puede ser necesario para cualquier momento del día.
Este paté tradicional, que ya aparecía en los libros de cocina del siglo XV, es muy fácil de elaborar en cada hogar. Eso sí, necesitarás bastante tiempo y una buena billetera porque se deben comprar varios ingredientes. ¿Te animas a prepararlo en tu cocina? Aquí te dejamos una receta que se puede ajustar perfectamente a tus necesidades.
La receta para preparar un buen morteruelo casero
Ya anticipamos dos puntos importantes antes de que te pongas a preparar un buen morteruelo casero. El primero: necesitarás bastante tiempo en tu casa. El segundo: una buena billetera para afrontar los gastos en el supermercado.
En cuanto a tiempo, debemos calcular dos horas y media, aproximadamente. Y los ingredientes que necesitamos son los siguientes: media liebre o conejo, una perdiz, media gallina, 250 gramos de hígado de cerdo, 250 gramos de panceta, manteca de cerdo, pimentón dulce, semillas de alcaravea, comino molido, canela molida, clavo de olor, pan de hogaza rallado, sal y agua.
El primer paso de esta preparación consiste en meter la liebre, la gallina, la panceta y la perdiz en una cacerola enorme, todo junto. No hace falta trocear. Agregamos pimienta y sal. Tapamos la olla y esperamos la ebullición. Se calcula aproximadamente unas dos horas porque se cocina a fuego lento.
El segundo paso consta de sacar las carnes de la olla, quitar bien las pieles y los huesos, y desmenuzar todo con un mortero. No limpies la olla todavía, ya que se puede reservar un poco de ese caldo de cocción.
Como tercer paso, sofreímos el ajo con el hígado en una sartén. Una vez que los tengamos listos, sumamos pan rallado y tostamos todo durante algunos minutos. Luego, como cuarto paso, debemos calentar la manteca en la sartén y sumar las especias. ¡Cuidado que no se queme el pimentón!
El quinto paso es añadir los hígados y las carnes picadas, removiendo todo para que se impregne bien con la grasa y las especias. Sumamos también un poco del caldo que nos sobró de la olla, más el pan rallado y tostado. Toda esa gran mezcla junta durante 20 minutos. Lo retiramos y ya se puede disfrutar caliente o esperar a que se enfríe.