El espantapájaros es el guardián que custodia nuestro jardín de los visitantes alados indeseados. Te enseñamos a fabricar uno en casa
Un espantapájaros es una de las referencias que la cultura popular ha explotado con más frecuencia en el mundo rural. Y no es para menos. Ofrecen un aspecto grotesco con amplios sombreros de paja, un rostro cuyas facciones se tallan sobre una tabla de madera, dos agujeros horadados en la superficie que hacen las veces de ojos, una sonrisa macabra y una camisa raída a cuyo alrededor revolotean las moscas. No resulta descabellado pensar que esta creación ha sido protagonista de innumerables películas de terror de serie B.
Su función no es otra que la que indica su propio nombre: mantener alejados a esos visitantes que nos acechan desde el cielo, que anuncian su llegada con gorjeos y trinos y que descienden en picado sobre nuestro jardín en busca de algún gusano que llevarse al pico para después acabar picoteando las flores y las plantas. Pues bien, si los discos de CD no te han dado resultado, te enseñamos cómo construir un espantapájaros paso por paso.
En primer lugar, se debe construir una estructura en forma de cruz con la ayuda de un palo vertical que funcione de eje y uno horizontal que lo atraviese en la parte superior y que debe ir atornillado al resto de la estructura. SI no se dispone de tornillos, también puede optarse por emplear un pegamento especial para madera que resista la humedad y la corrosión.
Después se le debe añadir una camiseta o una camisa y amarrarla con alambre una vez esté segura. El alambre es preferible a la cuerda puesto que soporta mejor los envites del viento. Por supuesto, una vez fijada la camisa se ha de rellenar el interior para que el muñeco adquiera volumen. Lo más habitual es paja.
Después, habremos de ponerle un peto vaquero en la parte superior, que debe amarrarse también con alambre y ser rellenado con el mismo material que la camisa o camiseta. Después, agregamos las manos, para lo cual podemos usar unos guantes viejos de jardinería.
Ya solo quedan los pies. Basta con que cojas unas botas viejas que ya no uses y las fijes a toda la estructura con ayuda de un poco de cinta adhesiva. El resultado será un muñeco deforme que recordará a una persona real y mantendrá a esos molestos pájaros fuera de tus dominios.
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