Las termitas son otro de esos visitantes inesperados del hogar. Te enseñamos a deshacerte de ellas con estos sencillos trucos
Las termitas son unos de los visitantes extranjeros más incómodos que existen. Abundan especialmente en esas buhardillas viejas, en esos rincones situados en la planta más alta de la casa en la que tienen lugar las labores de bricolaje y carpintería y que, por lo general, tienden a acumular cantidades insólitas de polvo y humedad, condiciones perfectas para que las termitas escojan el lugar para construir su infausto nido.
Las termitas son depredadoras natas. Su hambre voraz y su conducta xilófaga es capaz de dar al traste incluso con vigas enteras de madera. En caso de que las avistemos en una de sus fechorías, lo más recomendable es que nos pongamos en contacto con profesionales especializados en el combate contra las plagas. Sin embargo, si aún no es demasiado tarde para salvar nuestro material de carpintería, aquí hay una serie de consejos que podemos poner en práctica.
El primero paso es hacerse con un componente químico denominado ácido bórico, que puede adquirirse en la farmacia de confianza. Una vez obtenido se debe concentrar en un pulverizador y rociarse sin pudor sobre las molestas inquilinas. Una vez se acabe con ellas, es altamente recomendable cubrir de líquido todas las superficies de madera que encontremos, hasta que estas rebosen. De este modo no solo eliminaremos las termitas sino que evitaremos su regreso y proliferación.
El siguiente paso podría ser el uso de pesticidas especializados en la erradicación de este tipo de insecto en concreto. El pesticida se vende en espray pero no es lo mismo que un insecticida. Mientras que este último es de uso común y comercial, el pesticida suele ser utilizado por los profesionales antiplagas y se aplica sobre las grietas que surgen en los cimientos de la casa.
Por tanto, puede constatarse que la mejor forma de acabar con las termitas se basa en la prevención, en no dejar que irrumpan en nuestro gar en busca de algo que llevarse a su incansable boca. Para prevenir su llegada podemos sellar las entradas o agujeros que encontremos en la cocina o en el desván con pintura.
Finalmente, uno de los platos preferidos por una termita son los muebles. El mueble debe tratarse adecuadamente para evitar que sufra las consecuencias de la gula de estos insectos, bien a través de capas de barniz o cubriendo las cavidades de los muebles con un producto similar a la pintura para prevenir su entrada en la casa.
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