Existe una edad recomendada para ir al gimnasio por primera vez. Te contamos los mitos en torno a esta afirmación
Como ya hemos dicho en infinidad de ocasiones, en enero de 2024 centenares de personas se han fijado como objetivo formalizar su matrícula en el gimnasio, para así conseguir un físico envidiable o, al menos, comenzar a ser más productivos en su día a día. Hay algunos que, después de un mes, ya han dejado que estos propósitos caigan en saco roto y otros que tienen la meta tan metida entre ceja y ceja que no van a detenerse hasta el final.
A la mayoría de las instalaciones deportivas puede accederse cuando se alcanzan los 16 años de edad. No obstante, en muchos casos, este número ha sido objeto de debate para los profesionales de la salud, la nutrición y el ejercicio físico, que han planteado la posibilidad de que exista una edad idónea para comenzar a realizar sesiones de entrenamiento de fuerza en un centro especializado y si es apropiado para la habilidad técnica, coordinación y capacidad de concentración requeridas para ejecutar los ejercicios de forma correcta.
Este tema apenas habría suscitado un atisbo de interés hace algunos años, pero ahora los tiempos y, con ellos, las modas que traen, han cambiado. Ahora el culto al cuerpo se ha erigido como uno de los pilares fundamentales que sustentan el peso de la sociedad moderna, una sociedad fundada sobre las apariencias, el aspecto físico y, como aseguraba el poeta Eduardo Galeano, «en el envase sobre el contenido». En estas circunstancias, no resulta descabellado pensar que las redes sociales se hayan hecho eco de las últimas tendencias y que un número cada vez mayor de jóvenes que rondan los 16 años hayan considerado la posibilidad de apuntarse al gimnasio para lucir unos músculos de acero.
La edad recomendada
Suele decirse en el entorno del fitness que la edad recomendada para que los músculos empiecen a tonificarse oscila entre los 18 y los 21 años. Para entonces, si hemos seguido una rutina de ejercicio regular, como, por ejemplo, jugar al fútbol, salir a correr o a dar un paseo o incluso nadar, nuestra musculatura debería estar acostumbrada a la práctica deportiva.
Un joven de 15 o 16 años puede ir al gimnasio, pero seguramente tenga ciertas dificultades a la hora de realizar diversos ejercicios de fuerza o tenga más probabilidades de sufrir lesiones que un adulto que ya ha alcanzado la veintena. Todo depende del grado de intensidad con el que haga el entrenamiento.
