Los azulejos de la cocina son los que principalmente padecen la suciedad que se origina en esta zona de la casa tan utilizada
Hay determinados lugares de nuestra casa que necesitan siempre una especial limpieza y cuidados para que nuestra higiene sea la correcta. Este es el caso de la cocina, lugar donde confluyen alimentos, restos, gases y suciedad originada por cocción de los alimentos.
Para cuidarnos, debemos mantener una estricta rutina de limpieza que evite la aparición de bacterias. Los azulejos son los que especialmente sufren la suciedad fruto de la preparación en los fogones de los alimentos, ya que es ahí donde se acumula la mayor cantidad de grasa, sobre todo cuando queremos freír.
En este sentido, podemos recurrir al vinagre como uno de los remedios para limpiar los azulejos. Tenemos que recurrir a un recipiente, ya sea un baño o un cubo, para crear una disolución compuesta por agua y el propio vinagre. Después de removerla la aplicamos directamente a los azulejos con la ayuda de bayetas o paños.
Los azulejos de la cocina reciben el impacto de la grasa
El amoníaco suele ser también un gran aliado para esta misión, ya que actúa bien contra la grasa. En un producto muy fuerte por lo que tendremos que llevar a cabo una serie de recomendaciones para que no nos afecte. Estos productos siempre tienen unas etiquetas donde realizan consejos de uso, son recomendables leerlas y aplicarlas. Igualmente, tenemos que trabajar siempre protegiendo las manos, por lo que tendremos que usar guantes. Además, hay que diluirlo con agua para que pierda un poco de pureza y abrir las ventanas para que el fuerte olor no nos dé nauseas.
Otra de las recomendaciones que pueden funcionar es la unión del bicarbonato y sal. Solo tenemos que incluir estas dos sustancias en agua para poder aplicarlas. Una vez usada sobra sobre los azulejos tendremos que emplear agua para aclarar.
La pasta de dientes no solo tiene un uso sanitario para nuestra boca, también lo podemos usar como limpiador doméstico para los azulejos. Su empleo es fácil porque solo tenemos que untarlo en la herramienta que vayamos a usar para rascar la superficie. Después también tendremos que usar el agua para realizar un aclarado del mismo.
Por último, exprimiendo un limón también podremos conseguir un buen elemento para tener ese aliado con el que combatir la grasa de los azulejos. El limón es un cítrico que se utiliza para muchas labores de limpieza y esta es una de ellas. Aquí, una vez se aplique a la superficie, tenemos que dejar que actúe durante más de cinco minutos, para posteriormente retirarlo con agua.