El conocimiento de idiomas puede influir positivamente en nuestras relaciones sociales. Te contamos cómo repercute
Hoy en día, la salud mental y los beneficios que lleva aparejados son uno de los pilares que conforman la sociedad moderna, repleta hasta los topes de referencias a la psicología y a la parapsicología y deudora más que nunca de esa vieja actitud de las generaciones pasadas que se empeñaban en sostener que el que necesitaba un psicólogo era porque no se encontraba en sus cabales, porque se le había cruzado un cable, porque no tenía a nadie al volante y toda una suerte de eufemismos despectivos.
Ahora, la juventud invierte muchas más horas de su tiempo libre encerrada en su cuarto, bien jugando a videojuegos o estudiando para exámenes importantes y labrarse un futuro. Y ya quedó demostrado que los largos períodos de reclusión, sean o no forzados, alimentan ciertos sentimientos como la soledad y pueden llegar a ser los causantes de la incubación de la depresión.
Es por eso que cada vez se buscan más vías para recomponer esta autoestima herida. Y una de ellas, según está demostrado, es el conocimiento de idiomas. En estas circunstancias, resulta indispensable que el paciente potencial de depresión se relacione con su entorno y es ahí donde entran a jugar los idiomas. Los idiomas, o un segundo idioma, llevan aparejados dos beneficios esenciales para lograr una buena autoestima y, al mismo tiempo, obtener un mayor autoconcepto de nosotros mismos y llegar a nuestros objetivos de realización personal lo antes posible sin ningún tipo de complicaciones.
De esta manera, seremos, a largo plazo, mucho más felices y los pensamientos negativos que hace tiempo nos acosaban se esfumarán. Para poder lograrlo, es muy importante que, a la hora de hacer un idioma, se cumplan estos dos requisitos que les explicamos a continuación.
La globalización
En el mundo globalizado en el que vivimos, tener acceso a un segundo idioma implica poder comunicarse con personas de distintas culturas, regiones o razas, lo que nos permitía ampliar nuestros círculos sociales y tener una mayor sensación de influencia que mejorará nuestra percepción sobre nosotros mismos.
Finalmente, obtener un certificado oficial de un determinado nivel de dominio de un idioma conlleva un gran esfuerzo de preparación, así como la superación de un examen arduo. Aprobar dicho examen también reforzará la idea de que podemos hacer cosas y seremos más felices.